May protegerá a la población de Gibraltar “hasta las últimas consecuencias”
Un exlíder ‘tory’ ve posible una declaración de guerra
Michael Howard, un destacado político conservador británico que fue ministro de Interior y líder de la oposición, ha exhortado a Theresa May a “dar una lección a España” e ir a la guerra por Gibraltar igual que Margaret Thatcher hizo con las Malvinas. Sus palabras han causado suma preocupación tanto en la oposición como en los sectores moderados del Gobierno.
“La manera en que Downing Street está manejando el tema de Gibraltar en relación con el Brexit constituye la prueba definitiva del amateurismo, la improvisación y la falta de preparación de quienes nos gobiernan –ha comentado un funcionario del Foreign Office con amplia experiencia en el asunto–. Y las absurdas declaraciones de lord Howard muestran hasta dónde son capaces de llegar con su fanatismo los brexistas más duros”.
A pesar de que el jefe de Gobierno de Gibraltar, Fabián Picardo, advirtió al Ministerio de Exteriores de una posible “emboscada” española, y pidió por activa y por pasiva que los intereses de la colonia fueran mencionados en la carta de May a Bruselas, la primera ministra decidió no hacerlo, y nadie le enmendó la plana. Al día siguiente se encontró con que la UE defendía el derecho de veto de Madrid a la aplicación de un acuerdo comercial al Peñón y recordaba que su papel es defender los derechos de los países miembros frente a “terceros”.
Una vez producido el descalabro, la primera ministra llamó ayer por teléfono a Picardo y le dijo que “Londres nunca negociará la soberanía de Gibraltar mientras sus ciudadanos quieran seguir siendo británicos y nunca actuará en contra de sus deseos expresados libre y democráticamente”. De todos modos, anteriores administraciones británicas han tratado con España la posibilidad de una soberanía compartida, aunque finalmente no se llegara a un acuerdo por la oposición de los habitantes del Peñón.
“Hace ahora 35 años –dijo Howard en sus incendiarias declaraciones–, otra primera ministra envió a cruzar el mundo a sus fuerzas armadas para la libertad de otro grupo de ciudadanos británicos en otro país de habla hispana”. La diputada laborista Emily Thornberry respondió: “Esta verborrea inflamatoria no va a ayudar al Reino Unido a conseguir lo que necesita en las difíciles negociaciones sobre el Brexit”, mientras el líder liberal demócrata, Tim Farron, expresó su espanto “por la facilidad y rapidez con que el Gobierno se está buscando enemigos dentro de la Unión Europea”.
Una diferencia fundamental entre las Malvinas en 1982 y Gibraltar ahora es que la Junta Militar argentina invadió el archipiélago, mientras que España sólo amenaza con vetar un acuerdo comercial que aún ni siquiera existe. Sin embargo, siguiendo la corriente a la prensa populista de ultraderecha y a los furibundos del Brexit, el Gobierno de May ha decidido ignorar esos hechos. El ministro de Exteriores, Boris Johnson, calificó de “implacable” el apoyo a los gibraltareños, y el de Defensa, Michael Fallon, advirtió que “Londres hará todo lo que sea necesario” para proteger su colonia.
May promete que nunca negociará la soberanía del Peñón mientras sus habitantes quieran ser británicos