Una bicicleta en Flandes
Victoria valona en el Tour de Flandes tras un ataque de más de 50 kilómetros
Philippe Gilbert, coleccionista de clásicas como Lombardía, Lieja, Amstel, Flecha Valona, San Sebastián, Quebec, Tours, Het Volk..., añade otro gran premio a su historial, el Tour de Flandes, con un ataque a más de 50 kilómetros del final y una cabalgada en solitario irresistible para sus rivales.
Philippe Gilbert, 34 años, campeón mundial en el 2012, coleccionista de clásicas (Lombardía, Lieja, Amstel, Flecha, San Sebastián, Quebec, Tours, Het Volk...) y ganador de etapas en Tour, Giro y Vuelta, añadió ayer un premio mayúsculo a su florido historial: el Tour de Flandes, De Ronde .Y lo hizo como los más grandes, con un ataque a más de 50 kilómetros del final y una cabalgada en solitario irresistible para sus rivales. Ni Van Avermaet (segundo clasificado a medio minuto) ni Peter Sagan (protagonista de una caída decisiva en la tercera y última subida al Quaremont) pudieron dar caza a Gilbert, que mantuvo un ritmo constante mientras iba engullendo
INCIDENTE DECISIVO Sagan intentó dar caza al campeón belga, pero arriesgó demasiado y chocó con una valla
tramos adoquinados. Con una renta estabilizada ligeramente por debajo del minuto, Gilbert sólo pareció flaquear muy cerca del final, pero para ese momento ya se había producido el incidente de Sagan (golpeó una valla en su obstinación por evitar el pavé a 17 km del final) y la persecución que estaba dirigiendo saltó, literalmente, por los aires. Van Avermaet incluido. El corredor del BMC consideró que el incidente “fue determinante. Creo que teníamos opciones reales de pillarlo”.
Philippe Gilbert se convirtió de esta forma en el segundo ganador valón de la fiesta flamenca del ciclismo, tras Claude Criquielion en 1987, y suma cuatro monumentos, pues ya tenía dos victorias en Lombardía (2009, 2010) y una en Lieja (2011).
La decisión de la carrera empezó a jugarse con el ataque del Quick Step en el muro de Grammont, recuperado tras cinco años de ausencia. Se formó un grupo de catorce corredores con varios favoritos (Boonen, Gilbert, Kristoff...) y luego llegó el atrevido cambio de ritmo demoledor de Gilbert. Faltaba mucho aún, pero la jugada le salió redonda. “Cuando he visto que me quedaba solo he preguntado qué debía hacer”, explicó el ganador. “Pero no he tenido respuesta y me he lanzado a tope”, añadió. Gilbert reconoció que la falta de entendimiento entre los perseguidores jugó claramente a su favor.
En la prueba femenina, la californiana Coryn Rivera impuso su punta de velocidad en un sprint reducido. La primera española fue Sheyla Gutiérrez. La ciclista de Logroño acabó vigésima, a 3m50s.