Otra Cursa más y de la mano
Cerca de 59.000 personas participaron ayer en la prueba deportiva más multitudinaria y popular de Europa, la Cursa de El Corte Inglés
Un buen truco para saber cómo empezar un reportaje es cerrar los ojos y visualizar las primeras imágenes, declaraciones y sensaciones que vienen a la cabeza. Este domingo Barcelona celebró una de sus carreras más populares y familiares la Cursa de El Corte Inglés. ¿Lo mejor de la jornada? La emoción con la que cada uno de los cerca de 59.000 participantes cruzó la línea de meta. Del primero al último, del más lento al más veloz. Todos sudaban felicidad.
A partir de las nueve y media de la mañana, minuto arriba, minuto abajo, en la plaza Catalunya y sus alrededores se produjo tal concentración de feromonas que hubieran reventado cualquier medidor de dicha. Todos los participantes fueron protagonistas de esta iniciativa que ha cumplido ya 39 ediciones y en la que por primera vez hubo más presencia femenina que masculina. Empezando por Ria Blanco Caballero, la deportista más joven de la dilatada historia de esta carrera popular.
Con sólo 43 horas de vida, sin abrir los ojos, y todavía con la etiqueta de recién nacida en Sant Joan de Déu, Ria participó con el dorsal 69266 junto a Bea, su madre, y Junior, su hermano pequeño. José Luis, el padre de la criatura, llegó el cuarto a la meta y defendió con entusiasmo la alegría que le producía que su hija hubiera estado junto a él en esta Cursa. “Se trata de inculcar los valores del deporte desde bien pequeños”.
Beneficios a los que algunos se aferran para toda la vida. Manuel Espardero y Montserrat Balsells, ambos de 83 años, recorrieron los diez kilómetros de la prueba cogidos de la mano. Sólo se soltaron los tramos en los que la mujer escribía anotaciones sobre un papel. Llevan toda la vida caminando, paseando y luchando. Ahora practican deporte dos veces por semana, un par de horas de recorrido por algún barrio de la ciudad. Les gusta participar en la Cursa y caminar entre tanta gente, aunque a Montserrat, que prefiere pasar desapercibida, le incomoda que la retraten. “Y todo porque no me pongo zapatillas y ando con falda”. Sí, y con chaqueta de punto de color verde, con un precioso broche en forma de flor, unas medias tupidas blancas, bailarinas negras en los pies, una bolsa de tela al hombro para guardar un par de gorras, el bolígrafo, un papel y las dos tarjetas del autobús; y la sonrisa más dulce de toda la Cursa.
Aunque los organizadores de El Corte Inglés recuerdan que la prueba es para personas y desaconsejan participar con animales, cada vez hay más corredores de cuatro patas con su dorsal. Quick cruzó la meta junto a Tomás Lozano y dos hijos de este hombre al que la poliomelitis le arrebató la posibilidad de andar, pero no le amputó el coraje y la valentía. Corrió en su handbike. No fue el único que se ayudó para recorrer 10 kilómetros urbanos que tuvieron el aliciente de pasar por el interior del Estadi Olímpic de Montjuïc con motivo del 25 aniversario de la celebración de Barcelona 92. Más de uno tiró de fondo de armario y recuperó la camiseta de los voluntarios aquel año para sudarla otra vez. Otros corrieron haciendo volar una bandera olímpica e incluso alguno se colgó al cuello un viejo Cobi de peluche. A saber dónde ha estado todos estos años.
El sol de primavera acompañó a los participantes en esta gran fiesta del deporte y el buen rollo que siempre cuenta con una entidad sin ánimo de lucro adherida. Este año se dedicó la prueba a Sant Joan de Déu, con 400 centros en 55 países que atienden y cuidan a personas. La entidad celebra este 2017 que hace 150 años pudo retomar su actividad en España y lo hizo construyendo en Barcelona el gran hospital materno infantil que hoy es referente internacional en curas y cuidados infantiles. Fue precisamente en una habitación de este hospital, que financia parte de sus servicios mediante donaciones particulares, donde el viernes, a las 13.13 horas, llegó al mundo con 3,6 kilos, sin dolor y sin puntos, Ria. Toda una vida por delante para correr y ser feliz.
Ria, a sus 43 horas de vida, es la participante más joven de las 39 ediciones de estos 10 kilómetros de felicidad