La Vanguardia

Mireia Belmonte prepara el asalto al oro en un Mundial

Mireia Belmonte se fija el reto de conseguir este verano la única medalla que aún no tiene en su palmarés

- RAMÓN ÁLVAREZ

Casi un mes de entrenamie­nto en altura en Sierra Nevada y dos semanas intensas en el CAR de Sant Cugat para, a partir del jueves, buscar en Pontevedra las mínimas de otro exigente programa en el Mundial que este verano se disputa en Budapest. Mireia Belmonte se ha visto obligada este año a modificar su calendario de entrenamie­ntos para superar los problemas que la apartaron del Mundial de piscina corta de Windsor (Canadá) en el pasado diciembre. Un resfriado, una inflamació­n costal, el asma y la alergia que padece al cloro se aliaron entonces para dejarla sin opciones de competir. Ahora asegura volver a estar al 100% y, aunque sus marcas no son las previas a una gran competició­n, se empleará a fondo para que nada trastoque sus planes. La catalana cree que no hay mal que por bien no venga y esta alteración la obligará a estar más alerta y a superarse esta primavera.

“Este año el primer reto es conseguir las mínimas en el Campeonato de España, sólo a partir de ahí pensaré en el Mundial”, explica la nadadora, consciente de que este año el Open de Primavera de la Federación Española quizá no sea el baño al que ha acostumbra­do a sus rivales. “Tendré que esforzarme para sacar el billete de Budapest en todas las pruebas”. Es decir, 200 m mariposa, 200 m y 400 m estilos, 400 m, 800 m y 1.500 m libre y el relevo femenino por el que España apueste. Si es que a toda esa tralla no vuelven a sumarse las aguas abiertas. Lo decidirá sobre la marcha. “Este año no sé si voy a nadar o no en aguas abiertenga tas, dependerá del calendario y de cómo me vea”, explica. A lo que no llega –de momento– es a las pruebas mixtas, en el calendario internacio­nal desde el año pasado.

Este Open llega con una importante novedad que la obligará a exprimirse más. La Federación obligará a que las mínimas se consigan por partida doble: en alguna de las eliminator­ias y en las finales. “Es una innovación que trata de acercar lo que es un Campeonato de España a un Mundial –explica Belmonte–. Una fórmula más realista de lo que es el alto nivel, porque aquí tenemos la costumbre de reservar por la mañana para darlo todo por la tarde, pero en un Campeonato del Mundo si no nadas bien por la mañana no llegas a las finales de la tarde”.

A sus 26 años, la nadadora no quiere hablar de los Juegos de Tokio 2020, aunque lógicament­e los entre ceja y ceja. “La verdad es que ahora sólo me fijo en el próximo Mundial, en tratar de hacerlo bien, y a partir de ahí ir año a año, disfrutand­o del camino y sin pensar en Tokio, porque hay muchas cosas importante­s entre medio”, explica.

Mireia tampoco oculta que su gran reto en Budapest es conseguir el único oro que le falta después de subir a lo más alto del podio en los Juegos de Río del pasado verano en la prueba de 200 m mariposa. “Tengo suerte: me falta el oro en un Mundial, así que mejor motivación no puedo tener”, dice una nadadora que asegura no conocer aún su límite y que trabaja en un novedoso proyecto deportivo que también supone una gran motivación personal.

No lo será, o al menos así lo asegura, nadar en Budapest, donde su sempiterna rival Katinka Hoszzú estará obligada a ganar en casa con un programa casi idéntico. No será la única, ya que las también húngaras Blogárka Kapás y Liliána Szilágyi se cruzarán en su camino. Belmonte, sin embargo, no cree en encerronas. “Ha tocado allí, da igual si el Mundial se disputa en Budapest o en otro lugar, la piscina es igual en todas partes”, afirma.

Que Mireia trasciende el deporte en sí es una evidencia. Su imagen gana enteros y un estudio de la consultora Personalit­y Media la sitúa ya como la deportista española más conocida y valorada, por delante de figuras como Rafa Nadal o Pau Gasol. “Para mí es un honor ser un ejemplo, que niños o gente mayor me tengan en mente cuando tratan de superarse o hacer cosas nuevas es un gran orgullo –considera–. Cuando empecé a competir nunca pensé que llegaría a ser ejemplo o inspiració­n para otras personas”.

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 ?? CÉSAR RANGEL ?? Mireia Belmonte grabando un vídeo con un teléfono móvil durante la masterclas­s que impartió el sábado a un grupo de niños en el CAR
CÉSAR RANGEL Mireia Belmonte grabando un vídeo con un teléfono móvil durante la masterclas­s que impartió el sábado a un grupo de niños en el CAR

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