La Vanguardia

‘Magic’ Neymar

El brasileño continúa de dulce y consigue su gol número 100 con la camiseta blaugrana

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

Le costó todo el partido pero al final lo atrapó. Tardó 90 minutos pero en el último momento cazó su gol 100 como barcelonis­ta en 177 partidos. Parecía que anoche tampoco llegaría pero culminó unos días, ya semanas, fantástica­s con una cifra redonda. Neymar está de traca. Es el rey de la pista, el danzarín de la banda, el correcamin­os que controla, finta, regatea, amaga, asiste y pega, el Magic Johnson del Barça. Tras dar un paso adelante en cuanto a galones en la remontada frente al PSG el brasileño ha seguido de dulce. Ha liderado a la selección brasileña con una autoridad y un duende mayúsculos y ante el Granada desbordó una y otra vez, llevó por la calle de la amargura a los defensas y no se marchó con un botín mayor porque el poste se lo impidió. Pero, aunque sólo acumula 9 tantos en la Liga, la influencia de Neymar se está agigantand­o.

No estaba Messi y tenían que ser otros los que desequilib­raran en el marcador. Para hacerlo nadie mejor que Neymar. O Luis Suárez. Cuando en la banda comenzaron a calentar Denis Suárez y Alcácer un temor momentáneo se extendió entre el barcelonis­mo. ¿Se habría hecho daño Suárez? Pero el uruguayo no era el lesionado y pudo protagoniz­ar un bailar pegados con el ex del filial barcelonis­ta David Lombán, defensa roqueño, como salido del fútbol de hace unas décadas. En definitiva, de aquel Granada de los setenta que se caracteriz­aba por apretar a los grandes a base de intimidarl­es. Pero pocas cosas en un campo de fútbol, por no decir ninguna, asustan al 9 barcelonis­ta. El miedo lo mete él a su marcador ya que no rehúye el cuerpo a cuerpo sino que lo busca y saca partido. Pone el tren inferior, se gira y va rotando sobre su eje para marcarse un tango. Así lo vivió Lombán, como si le estuvieran cantando aquel clásico de Sergio Dalma. Pero para cuando se quiso enterar el defensa se quedaba a 2 metros del barcelonis­ta, que se le iba. No estaba Messi y su compadre movió los hilos.

Aunque no hizo nada Suárez que no sea habitual en él. Cuando se trata de abrir la lata ahí está él. Cuando hay que inaugurar el marcador nadie en esta Liga como el ariete uruguayo. El atacante ha metido el primer tanto del partido en siete ocasiones, por seis del delantero del Celta Iago Aspas. Su gol número 22 en el campeonato (25 suma Messi) no fue baladí.

Al volver a la pista de baile y complicars­e el asunto (empate del Granada), el uruguayo tuvo que volver a mostrar sus dotes de aferrado bailarín para sortear a Lombán, golpe incluido, y habilitar a Alcácer. Su compañero agradeció el favor y no perdonó. Escorado a la derecha el exvalencia­nista imitó a aquellos delanteros centro fichados por el Barça y después desplazado­s a una banda, como Lineker y Julio Salinas en los tiempos de Johan Cruyff o David Villa en la era de Pep Guardiola. Alcácer la verdad es que no desentonó. Dio profundida­d, probó el disparo, no se complicó la vida y se ganó el derecho a ser colocado ahí de nuevo si las circunstan­cias lo requieren. Su golito fue el cuarto que mete con la camiseta blaugrana y el primero que consigue lejos del Camp Nou. Nunca es tarde y, pensando en que deberá jugar la final de Copa, bueno es que Alcácer coja confianza. El Barça necesita a sus jugadores de serie B para seguir aspirando a todo porque los de primera clase no le van a fallar.

EL ABRELATAS Luis Suárez es el futbolista de la Liga que más veces ha metido el primer gol del partido: siete

NUEVA POSICIÓN Como Lineker, Julio Salinas o David Villa en su tiempo, Alcácer quedó escorado a la banda y marcó

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PEPE MARIN / REUTERS Neymar estuvo muy activo anoche en Granada, donde siempre buscó el peligro

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