Lenín Moreno, delfín de Correa, gana en Ecuador
El derrotado Guillermo Lasso impugna las elecciones tras un resultado ajustado
Nuevamente una elección ajustada provoca denuncias de fraude en Latinoamérica. El delfín del presidente Rafael Correa, Lenín Moreno, ganó los comicios del domingo según los resultados oficiales. Sin embargo, el candidato opositor, el banquero Guillermo Lasso, no reconoce la derrota y ha anunciado que impugnará los comicios. La diferencia entre ambos era ayer de poco más de 200.000 votos, con prácticamente el recuento finalizado (99%). Moreno obtenía el 51,16%, mientras que Lasso el 48,84%. Matemáticamente irreversible.
Pero aunque Lasso pretende volver a contar “voto a voto”, Moreno ya ejerce de presidente electo ayudado por Correa. El ganador apareció ayer junto al mandatario en el balcón del palacio de gobierno de Carondelet, en Quito,
para presenciar el cambio de guardia y dirigirse a varios miles de sus partidarios, a los que agradeció “haber confiado nuevamente en este proceso de revolución ciudadana”. En una breve alocución, Moreno se refirió básicamente a la clases populares. “Voy a ser el presidente de todos; sí, de todos, pero fundamentalmente, de los más pobres”, indicó antes de citar el último discurso de Allende y acabar gritando: “¡Hasta la victoria siempre!”.
La noche del domingo (madrugada de ayer, hora española), Moreno ya había salido a celebrar la victoria en la avenida de los Shyris. El triunfador saltó al escenario
mientras sonaba El pueblo unido
jamás será vencido, de Quilapayún, y poco después él mismo se atrevió a entonar Cantares ,de Joan Manuel Serrat.
“Si quieren saber quién ganó las elecciones, solamente vean la cara del candidato opositor”, dijo Moreno en sus primeras palabras, sabiendo que la controversia por los resultados ya estaba instalada en la opinión pública.
Su discurso victorioso tuvo un significativo apartado sobre la corrupción, uno de los principales temas de la campaña, usado sistemáticamente por la oposición para desacreditar la década de gobierno de Correa y el movimiento Alianza PAÍS. “Quiero inaugurar el gobierno más limpio de la historia del Ecuador, quiero erradicar completamente la corrupción, la del pasado, la del presente y aquella que se pueda presentar”, aseguró Moreno. “No voy a tolerar ningún acto de corrupción”, agregó, entre los aplausos de sus simpatizantes y antes de proponer “un gran frente anticorrupción”. El futuro presidente insistió sin cansarse: “Vamos a cortar la corrupción de raíz”.
Por otra parte, Moreno también agradeció a Correa su apoyo y confirmó que, cuando deje el poder el 24 de mayo, el mandatario cumplirá su palabra de instalarse en Bélgica, país natal de su mujer, contradiciendo a los detractores del presidente que creen que continuará moviendo los hilos de la política ecuatoriana. “Me ha comentado que se va a Bélgica porque le debe diez años a su esposa y a sus hijos”, dijo Moreno.
La celebración tuvo lugar cuando los primeros resultados oficiales ya confirmaban la victoria de Alianza PAÍS. Sin embargo, la guerra por la posverdad del triunfo se había iniciado inmediatamente después del cierre de los colegios electorales, coincidiendo con la medianoche, hora española. Nada más aparecer en las televisiones los dos sondeos a pie de urna realizados –totalmente contradictorios, ya que daban ganador por similar diferencia a uno y otro candidato–, ambos contendientes comparecieron en público para proclamarse vencedores.
Lasso reiteró ayer sus denuncias de fraude –algo que ya había denunciado tras la primera vuelta del 19 de febrero, donde quedó segundo– y siguió sin admitir su derrota. “Las pruebas de irregularidades en el proceso electoral son muchas. Por eso, no podemos reconocer los ilegítimos resultados”, tuiteó el empresario, candidato del movimiento conservador Creando Oportunidades (CREO). Lasso pidió a sus seguidores permanecer a las puertas del Consejo Nacional Electoral, donde la noche del domingo ya se produjeron incidentes. “Agotaremos todas las vías políticas y jurídicas, en Ecuador y en el exterior, para que se
respete la voluntad popular que pidió un cambio”, añadió Lasso.
Mientras tanto, las reacciones internacionales a la victoria de Moreno caían en cuentagotas. Al cierre de esta edición sólo Venezuela, Bolivia y México le habían felicitado, al igual que la expresidenta argentina, Cristina Fernández. Y también el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Bautizado Lenín en honor al revolucionario soviético hace 64 años, Moreno es licenciado en Administración de Empresas y fue vicepresidente de Correa entre el 2007 y el 2013. Luego fue adjunto al secretario general de la ONU para Discapacidad y Accesibilidad. El futuro presidente ecuatoriano va en silla de ruedas desde 1998, cuando quedó parapléjico tras un atraco, situación que superó dando conferencias y escribiendo libros humorísticos.