Juan Benet y Carrero Blanco
Antes de Twitter, Juan Benet hizo una broma erudita sobre la muerte violenta de Carrero Blanco con una oda de fray Luis de León
Trece años atrás, cuando conducía el programa literario Alexandria en el canal 33, visitamos a Rosa Regàs en su masía de Llofriu para entrevistarla. Acababa de publicar Diari d’una àvia d’estiu, que luego se convertiría en serie televisiva. La localización de la entrevista era casi obligada, porque el libro refleja el veraneo en Llofriu con los nietos de la autora durante una docena de julios que acaban formando uno solo, en un tono parecido al que usaba el naturalista amateur Gerald Durrell en sus crónicas de la vida en las islas griegas. Entre las simpáticas aventuras de los chicos, se colaba el ciego silencio de la muerte. La de los amigos que han quedado atrás y la propia extinción, que la autora veía más cerca cuando contrastaba los recuerdos de madre con los de abuela. En el jardín del Mas Gavatx de Llofriu, Rosa Regàs nos mostró árboles regalados por amigos. Y nos detuvimos en una palmera que Juan Benet le había obsequiado en los años setenta. La irrupción de Benet en la conversación hizo que Regàs nos mostrara otro obsequio del creador de Región: “La fotocopia de un poema premonitorio de fray Luis de León dedicado a Carrero, que me envió Juan Benet cuando Carrero Blanco, asesinado, voló por los aires”. Era el mundo a.T. (antes de Twitter).
La muerte violenta del almirante irrumpió esta semana en el debate público por la condena a un año de prisión (y siete de inhabilitación absoluta) a Cassandra Vera, la tuitera murciana que publicó trece comentarios burlescos sobre la muerte de Carrero. Su delito, según la Audiencia Nacional, es “humillación a las víctimas del terrorismo”. Mucha gente recupera ahora chistes sobre la muerte del que tenía que ser el sucesor de Franco para evidenciar que andamos hacia atrás como los cangrejos. Pero el caso de Juan Benet es excepcional. El escritor, bajo el título Al mismo, reprodujo la primera estrofa de la oda XV de fray Luis, dedicada a don Pedro Portocarrero: “No siempre es poderosa, / Carrero, la maldad, ni siempre atina / la envidia ponzoñosa, / y la fuerza sin ley que más se empina / al fin la frente inclina, / que quien se opone al cielo, / cuanto más alto sube viene al suelo”. En la amarillenta fotocopia que nos mostró Rosa Regàs destacaba la única intervención de Benet, un círculo rojo alrededor de la primera palabra del segundo verso: Carrero. Ningún ser inteligente dudaría de la intencionalidad de Juan Benet al recuperar la estrofa cuatrocientos años después que fuese escrita. Es una broma erudita, pero la literalidad del último verso la acerca a los tuits que los señores jueces del siglo XXI consideran delictivos. Que en el 2017 se condene a un año de prisión por mofarse del sucesor de Franco demuestra que vivimos en plena época PP: poltergeist posfranquista.