“Sí, quiero” por vía telemática
El primer registro de parejas estables permite sellar el compromiso por internet y equipara estas uniones con el matrimonio
Iolanda y Marc están a punto de darse el “sí, quiero”. Y lo piensan hacer con una ceremonia muy especial. La cuenta atrás de esta pareja de Tona para sellar su compromiso, tras siete años de convivencia, empezó ayer después de que el Departament de Justícia anunciara la puesta en marcha del primer registro de parejas estables de Catalunya.
Un servicio gratuito que nace con el objetivo de concentrar en una única oficina toda la información de las también denominadas parejas de hecho. Lo más novedoso es que las parejas podrán certificar el compromiso sin ni tan siquiera salir de casa. Un simple ordenador o cualquier otro dispositivo conectado a internet bastará para sellar (sin jueces, notarios, alcaldes o sacerdotes) esas uniones. Son las nuevas bodas telemáticas.
Iolanda y Marc han seguido muy de cerca la gestación de este registro de parejas estables en Catalunya. Ambos querían dar constancia administrativa a su relación, pero los dos han estado siempre de acuerdo en que no querían una unión por lo civil, ni una boda eclesiástica. Les quedaba la opción de inscribirse en una lista de parejas de hecho en un ayuntamiento. Aunque en su caso eso tampoco era posible, pues el consistorio de Tona, que sí creó hace unos años ese registro, lo ha retirado. Una cuarta salida para dar fe de esa unión legalmente era acudir a un notario. Pero esa opción tiene un coste económico y Iolanda y Marc coinciden en que nadie tendría que pagar para obtener el
título de pareja estable. Los trámites para inscribirse en ese registro “son muy sencillos”, afirmó ayer el conseller de Justícia, Carles Mundó. “De lo que se trata en este caso –añade Mundó– es de poner las cosas fáciles para que esas parejas estables tengan, sin necesidad de recurrir al matrimonio, plena seguridad jurídica”. A Iolanda y Marc les bastará certificar, con los datos del padrón, que residen desde hace más de siete años en un mismo domicilio. “Lo que buscamos nosotros con este paso –afirma la pareja de Tona– es tener una seguridad de cara al futuro”. Para Marc lo más importante de este registro es que una vez la pareja se ha inscrito se pone en marcha la maquinaria burocrática para que “la unión estable se equipare, en los puntos más importantes, a la de cualquier otro matrimonio”, afirma. Extremo que ayer recalcó también el conseller de Justícia.
Una vez formalizada la inscripción en ese registro, la pareja tendrá –y ahí se esconde uno de los punto claves de la norma– derecho a una pensión de viudedad. Aunque no será con carácter inmediato, tal y como ocurre con los matrimonios convencionales. La pareja estable se regirá, en el caso de las pensiones de viudedad, por lo establecido en la ley de la Seguridad Social española. Norma que obliga a cumplir dos requisitos: probar un mínimo de cinco años de convivencia y que hayan pasado al menos dos años de la inscripción en el registro de parejas estables. Sin la inscripción no hay derechos. Hasta ahora la única posibilidad para cobrar la pensión de viudedad era constituir la pareja ante notario. Los requisitos exigidos para tener ese derecho por esta vía, en lo que se refiere a años de convivencia y tiempo transcurrido desde la constitución de la unión, era ya el mismo que se exige en el registro de parejas estables.
Un registro que desde ayer funciona en todas las delegaciones de Justícia de Catalunya. Y que tiene ya a la primera pareja inscrita. Es la formada por Sandra y Jordi, de 27 y 37 años, vecinos de Prats de Lluçanès. Acaban de tener su primer hijo (Aleix, de sólo 18 días) y ayer rellenaron la documentación para constituirse como pareja estable. En su caso les ha bastado con presentar la partida de nacimiento de su hijo y certificar que ha nacido durante su convivencia. Eso les da derecho a la inscripción en ese registro.
Jordi y Sandra afirman que en su caso, lo que coincide con lo manifestado por la pareja de Tona, no han dado ese paso para prometerse, ante un nutrido grupo de invitados, “amor hasta que la muerte nos separe” o para reafirmar la relación. “Lo hemos vivido como un trámite que nos garantiza seguridad y ciertos derechos que de otra forma no tendríamos”, afirma Jordi. Sin celebraciones, ni fiestas. “Nosotros, como mucho, pensamos organizar una comida de domingo con los familiares más directos”, anuncia Marc. En el caso de Sandra y Jordi, ni eso. “Cada día es ya una celebración en nuestra relación”, asegura Jordi, que
IOLANDA Y MARC “Vamos a dar el paso sin salir de casa, nos bastará un ordenador para sellar nuestra unión”
LA PENSIÓN DE VIUDEDAD El nuevo registro es la mejor vía para tener derecho a una pensión en caso de fallecimiento
SANDRA Y JORDI “Damos el paso como si fuese un trámite más, no para prometer con testigos amor eterno”
UNA NORMA PARA PONER ORDEN Los ayuntamientos se liberan de sus listas de parejas de hecho, un foco de problemas
aplaude la iniciativa de la Generalitat por facilitar las cosas a parejas que no planean la boda convencional.
El Código Civil catalán equipara, asimismo, recuerda el conseller de Justícia, Carles Mundó, los derechos y obligaciones de las parejas estables con los de los matrimonios convencionales en lo referido a las sucesiones, el reagrupamiento familiar y las compensaciones económicas por razones del trabajo cuando hay una separación.
Marc destaca que otro de los puntos que les ha animado a inscribirse en ese registro se refiere “a la posibilidad de que cualquiera de los miembros de la pareja pueda solicitar, en caso de separación, una prestación alimentaria si la necesita”. Es un punto en el que las parejas rubrican su compromiso de solidaridad hacia la otra parte, en caso de que las cosas no salgan bien”. En el caso de los matrimonios, esa obligación está vigente mientras dura la separación, pero desaparece cuando se firma el divorcio. Otro de los objetivos que busca este registro único de la Generalitat –recalcó ayer en conseller Mundó– es liberar a los ayuntamientos de las listas de parejas de hecho.
En la actualidad sólo una treintena de consistorios de toda Catalunya tienen activos esos registros, que han creado más de un problema al ser muy difícil de controlar que los solicitantes reúnan los requisitos exigidos para ser pareja estable o al haberse detectado duplicidades en las solicitudes.