El Banco de España cree que este año la economía todavía crecerá un 2,8%
El supervisor mejora la previsión hasta el 2019 y excluye una subida real de salarios
Después de dos años de expansión al 3,2%, la moderación en el ritmo de crecimiento económico será más lenta de lo previsto hasta ahora: el Banco de España revisó ayer al alza sus proyecciones hasta el 2019 y estimó que el PIB aumentará este 2017 un 2,8%, tres décimas más que la reciente previsión refrendada por el Gobierno y que las realizadas por el propio supervisor de finales del año pasado. En el 2018 y el 2019, esperan una subida del 2,3% –dos décimas más que hace tres meses– y 2,1% –una décima más– respectivamente. Además creen que este primer trimestre del año puede haber un ligero repunte, al aumentar la actividad económica un 0,8%.
Según las proyecciones del Banco de España, se confirmaría la subida de precios en el 2017 (un 2,2% de media) debido a la evolución del precio del petróleo, un efecto que se atenuará los dos años siguientes (rondaría el 1,5%). Al tiempo, los responsables del organismo que dirige Luis María Linde reclamaron ayer de nuevo moderación samía larial y defendieron que se trata de un repunte “transitorio” de la inflación. Además, insistieron en el riesgo de querer trasladarlo de forma automática no sólo por parte de los trabajadores, con la negociación de los salarios, sino también de los empresarios a los precios de
los servicios o productos que comercializan. “Igual que es relevante que se mantenga la moderación salarial para la mejora de la competitividad, también es importante que los márgenes empresariales se comporten adecuadamente”, señaló el director general de Econo- y Estadística, Pablo Hernández de Cos.
Dado el carácter plurianual de los convenios colectivos y la reducción de la aplicación de cláusulas de revisión vinculadas al IPC, los analistas del Banco de España consideran que el aumento de los precios tendrá “un efecto nulo en los salarios reales” hasta el 2019. En el 2017, explican, año con la inflación prevista más alta, hay que negociar sólo alrededor de un tercio de los convenios, así que será en el 2018 –con una subida esperada de los precios del 1,5%– cuando se empezarán a reflejar “incrementos salariales mayores”. De esta forma, los asalariados no recuperarían poder adquisitivo a lo largo de estos años.
Por ello, sostienen que será más bien la creación de empleo –la tasa de paro bajaría a finales del este año al 16,7% y al 13,9%, al acabar el 2019– la que continuará tirando del consumo privado. Según el informe, ante la “disminución de crecimiento de las rentas reales de los hogares”, esperan además que este 2017 las familias sigan consumiendo gracias a una rebaja en la tasa de ahorro.
Por otro lado, el Banco de España elevó en cuatro décimas el déficit público del 2017, hasta el 3,3%. La previsión supondría el incumplimiento del objetivo fijado por Bruselas del 3,1%. Sin embargo, los cálculos del supervisor contemplan el impacto de las nuevas cuentas para el 2017 que lleva hoy al Congreso de los Diputados el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
En todo caso, el organismo señaló entre los riesgos para crecer al ritmo proyectado “la ausencia de una mayoría parlamentaria estable”. La debilidad del Gobierno, recalcaron, puede frenar reformas estructurales y dejar de aplicar “el ajuste pendiente para situar las finanzas públicas en una situación saneada”. En el exterior, destacan un endurecimiento de las condiciones financieras, el posible aumento del proteccionismo comercial de la era Trump y el Brexit.
El organismo advierte del riesgo de que los empresarios repercutan la inflación de forma automática