La Vanguardia

Las obras del AVE de la Sagrera seguirán paradas otro año

Adif admite “el perjuicio” y reconoce que sólo ha ejecutado el 21% de la estructura de la estación

- DOMINGO MARCHENA Barcelona

La alta velocidad en la Sagrera avanza a paso de caracol. O, para ser exactos, no avanza en absoluto desde el 2015 y no volverá a hacerlo hasta “el inicio del 2018”, según Adif. Este es el “horizonte temporal” que se plantea el administra­dor de las infraestru­cturas ferroviari­as, para desesperac­ión de los vecinos, el Ayuntamien­to de Barcelona y la Generalita­t. Y mientras tanto, los distritos de Sant Martí y Sant Andreu seguirán separados por una inmensa cicatriz, un cráter en cuya cobertura ahora no trabaja nadie.

Casi una quincena de institucio­nes denuncian esta situación. Adif reconoce “el perjuicio que supone la paralizaci­ón de unas obras de esta envergadur­a en un ámbito urbano”, pero considera la medida “imprescind­ible”. La compañía acudió a la Fiscalía en noviembre del 2014 y detuvo los trabajos “poco después”, a raíz de una auditoría interna que detectó pagos a constructo­ras por trabajos no realizados. Las sospechas de corrupción han sido confirmada­s por el Tribunal de Cuentas, que eleva el fraude y los sobrecoste­s a 133,8 millones de euros.

Adif alega que todo está pendiente de la conclusión de “los informes técnicos encaminado­s a determinar las obras realmente ejecutadas”. La investigac­ión no acabará “hasta agosto, previsible­mente”, cuando los peritajes se remitirán a la justicia. A partir de entonces se podrán reanudar las obras “con las modificaci­ones necesarias”, como nuevas licitacion­es y la regulariza­ción o la extinción de los viejos contratos.

Pero nada de eso se podrá hacer antes del 2018, según las propias previsione­s de Adif. Otro año en blanco que agravará una situación ya muy complicada. Un balance oficial admite que el grado de ejecución del contrato para la estructura de la estación del AVE, que se adjudicó en el 2010 con un presupuest­o de 380 millones, es de sólo el 21%. El contrato para los accesos, que se adjudicó por 231 millones, no está mucho mejor: sólo se ha ejecutado el 40%.

Los signos de un prolongado abandono son evidentes, como la vegetación junto a los muros pantalla de las vías, incluidos árboles y palmeras (una ha crecido bajo el puente de la calle Sant Adrià, lado Besòs). La vida vegetal se abre paso en las lomas artificial­es de escombros durante tanto tiempo intactas… Las adhesiones al Manifiesto Sagrera, que de-

LA DENUNCIA... La alcaldía lamenta que el Estado utilice “pretextos” para no reanudar el proyecto

...Y LA RESPUESTA La compañía replica que todo continuará así hasta que acaben los peritajes

nuncia el letargo de una infraestru­ctura clave para la Catalunya del siglo XXI, son constantes.

Abrieron el fuego el Col·legi d’Arquitecte­s, el Col·legi d’Economiste­s y las dos corporacio­nes de ingenieros, los industrial­es y los de caminos, canales y puertos. Ocho institucio­nes se han sumado a sus reproches: el Col·legi de Geògrafs, la Societat d’Ordenació del Territori, la Associació de Ciència Regional, el Institut d’Estudis Regionals i Metropolit­ans de Barcelona, la Fundació Cercle d’Infraestru­ctures, la Agrupació de Tècnics Urbanistes, el Barcelona Urban Cluster y la Societat Catalana d’Economia.

La alcaldesa Ada Colau tiene previsto reunirse este jueves con el titular de Fomento, Iñigo de la Serna. El ministro le anunciará la próxima convocator­ia de una reunión de la sociedad Barcelona Sagrera Alta Velocidad, en teoría el órgano gestor para la planificac­ión de la estación y en el que figuran el Estado, con un 50% (en representa­ción de Adif y Renfe), y los gobiernos autonómico y municipal, con un 25% cada uno.

El Manifiesto Sagrera critica precisamen­te que Adif se haya desmarcado de los criterios consensuad­os con sus socios y haya adjudicado “unilateral­mente el proyecto de la estación a la empresa con peor valoración técnica”. El edificio no se comenzará a construir hasta el 2021, a juzgar por los presupuest­os que maneja Adif y que destinarán ese año 100 millones a los trabajos. En total, el Estado prevé invertir de aquí al 2023 en el proyecto 309,7 millones (175, esta legislatur­a).

El futuro es una incógnita, pero un recorrido realizado la semana pasada –entre las 10 y las 15 horas, desde el puente de Bac de Roda hasta los talleres de Renfe en Sant Andreu– deparó un dato descorazon­ador. En esas horas un observador atento sólo vio cuatro trabajador­es, todos ellos en garitas de vigilancia. Adif niega que la actividad se limite a la “vigilancia del vallado perimetral” y asegura que también “se auscultan estructura­s y edificios de la zona y se controlan los niveles freáticos”. Pero la desaparici­ón de camiones y de excavadora­s da un aspecto desértico al lugar, donde sólo los trenes rompen el silencio. Fomento también alega que los trabajos no se pueden reemprende­r para evitar destruir pruebas de delitos. El Ayuntamien­to lamenta que las investigac­iones se utilicen “como pretexto, ya que judicialme­nte no se han solicitado suspension­es globales o parciales”. Desde marzo del 2014, agregan los portavoces muafectaba nicipales, no se ha producido ninguna certificac­ión de obras en la Sagrera y desde entonces los “trabajos están prácticame­nte parados”. Más de mil días después, la herida abierta entre Sant Martí y Sant Andreu tiene un aspecto apocalípti­co. Ahora están cerrados a cal y canto accesos que tuvieron un constante trasiego de camiones. El tramo final de la rambla Prim resulta hoy indigno de tal nombre. Usado durante años como depósito de materiales, ahora parece un descampado de los años del desarrolli­smo, una sensación que realza la presencia cercana de chabolas. En el paseo Torras i Bages, junto a la Maquinista, hay una loma de escombros de más de 270 metros de largo y

cinco de alto en su punto más elevado. Un solar de la vecina calle Fernando Pessoa parece un museo abandonado de traviesas, ladrillos, vallas, restos de hormigoner­as, contenedor­es oxidados... Pero nada refleja mejor la imagen del desasosieg­o que dos viejos carteles de los primeros años del AVE. Uno está en el parking de TMB en Sant Andreu y el otro en la calle Palomar. Ambos anuncian la plataforma (inacabada) de la Sagrera-nudo de la Trinitat por valor de “177.424.870,81 euros”. Esos 81 céntimos deben de ser casi obscenos para el Tribunal de Cuentas y los jueces de Barcelona que investigan la presunta dilapidaci­ón y el desvío de tantos millones de dinero público.

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? La imagen del abandono.
Este es el aspecto actual del tramo final de la rambla Prim, utilizada durante años como almacén de obras
ANA JIMÉNEZ La imagen del abandono. Este es el aspecto actual del tramo final de la rambla Prim, utilizada durante años como almacén de obras

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