La Vanguardia

Espera mortal

El exjefe de cardiologí­a denunció que hubo diez fallecimie­ntos por los recortes

- SANTIAGO TARÍN Barcelona

La Audiencia de Barcelona ha ordenado que se investigue si la muerte de diez pacientes del servicio de cardiologí­a de Vall d’Hebron están relacionad­as con los recortes.

La Audiencia de Barcelona ha ordenado que se investigue si la muerte de diez pacientes del servicio de cardiologí­a del hospital de Vall d’Hebron están relacionad­as con los recortes económicos en el centro sanitario y con su incidencia en las listas de espera. De ser así, dice el tribunal, podríamos estar ante “diversos delitos de homicidio por omisión o por imprudenci­a”.

Esta decisión es consecuenc­ia de la denuncia presentada en su día por el que fue jefe del servicio de cirugía cardiovasc­ular del hospital, Manuel Galiñanes, quien lleva año y medio batallando para que se conozca el impacto de los recortes en la sanidad, en especial en las listas de espera. En primer lugar, el facultativ­o lo puso en conocimien­to de la Fiscalía, quien archivó las diligencia­s tras recibir un informe del Institut Català de la Salut (ICS) negando irregulari­dades.

Una vez descartada esta vía, el doctor presentó una denuncia en los juzgados. El magistrado del juzgado de instrucció­n 27 sobreseyó libremente el tema, argumentan­do que decidir si la crisis económica debe incidir o no sobre el sistema médico “no ha de ser objeto de control judicial”, como tampoco si “la decisión de ajustes económicos en la sanidad ha determinad­o un empeoramie­nto de las condicione­s del sistema médico público”.

Entonces, el abogado de Galiñanes, José Sánchez Moreno, presentó un recurso ante la Audiencia de Barcelona. En un auto, el tribunal ordena al juez que abra una investigac­ión y que inron, dague si las diez muertes están relacionad­as con los recortes y la manipulaci­ón de las listas de espera en este servicio concreto.

En su escrito, el tribunal señala que no comparte “que las decisiones políticas, de cualquier naturaleza, no pueden tener consecuenc­ias jurídico penales en ningún caso. (...) Se deberá realizar el juicio de relevancia penal de la conducta y del hecho, lo que obliga a examinar la conducta del autor, acción u omisión, (...) y la posibilida­d de responsabi­lizar penalmente” a quien decidió.

En su denuncia, Galiñanes decía que existían pacientes con enfermedad­es graves que necesitaba­n ser operados urgentemen­te y que no se hizo. La causa: los recortes, que se plasmaron en que en lugar de quince intervenci­ones semanales, tan sólo se hacían tres. Para camuflarlo se modifica- siempre según la denuncia, las listas de espera del servicio.

En total, cita diez casos ocurridos entre agosto del 2015 y mayo del 2016. Al respecto, se aporta el dato de que la Sociedad Española de Cardiologí­a y la Sociedad Española de Cirugía Cardiovasc­ular indican que un paciente de este tipo no pueda aguardar la intervenci­ón más de 90 días, y todos los denunciado­s superan esta barrera, llegando incluso a los 140 días. Y se explica también que uno de ellos debía pasar por quirófano el 30 de julio del 2015, pero ese día sólo se llevó a cabo una operación, que no fue la suya. Murió el 1 de agosto. Otro ingresó por un infarto el 5 de marzo del 2016; tendría que haber sido operado en 72 horas; se le dio cita para el 11 de marzo y falleció el 9.

Galiñanes informó a la dirección del hospital de estas incidencia­s y se quejó de la situación mediante varios correos electrónic­os aportados a la denuncia por su letrado, y la Audiencia lo considera indicios relevantes cara a abrir una investigac­ión. Además, el tribunal ordena que el asunto sea revisado por un médico forense especialis­ta en corazón, que sea “funcionari­o y al servicio de la administra­ción de justicia”, y no por el ICS, como recabó la Fiscalía. El juez ya ha abierto una causa y ahora busca este perito, que será esencial cara a delimitar si hubo responsabi­lidades.

Manuel Galiñanes fue jefe del servicio de cardiologí­a del Vall d’Hebron entre el 19 de abril del 2010 hasta el 2 de noviembre de 2015. En octubre del 2015 denunció a La Vanguardia que dos pacientes que eran atendidos en su departamen­to habían fallecido, porque se alteraron las listas de espera por los recortes. Entonces el hospital lo negó y dijo que estos enfermos nunca estuvieron en las listas de espera. Galiñanes fue expedienta­do y suspendido por sus declaracio­nes; expediente que se archivó. Ahora es un especialis­ta más del servicio, sin cargos.

ANÁLISIS DEL CASO El tribunal decide que peritos independie­ntes revisen el asunto

EL PRECEDENTE El médico denunció en el 2015 el caso en ‘La Vanguardia’ y el hospital lo desmintió

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ANA JIMÉNEZ
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. En el quirófano. Arriba, uno de los nuevos quirófanos del hospital Vall d’Hebron. Abajo, el cirujano cardiovasc­ular Manuel Galiñanes

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