Maduro carga contra la OEA a la par que ofrece diálogo
La policía reprime una manifestación convocada por las fuerzas de oposición
El presidente contesta al organismo: “¡Saca tus manos inmundas de Venezuela!” El vicepresidente Cabello acusa a la oposición de buscar una intervención exterior
“¡Vade retro OEA!”. Al más puro estilo Chávez, Nicolás Maduro repudió la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la crisis de Venezuela. El mandatario cargó contra el organismo por cuestionar la nula separación de poderes en el país. Maduro insistió en dialogar con la oposición, pese a que calificó de “inviables” e “inconstitucionales” sus reclamos, y que ayer la policía reprimió una manifestación antichavista. La tensión volvió a las calles de Caracas y, al cierre de esta edición, continuaban los escarceos entre opositores y policías. Los diputados antichavistas habían convocado para la tarde de ayer (hora española) una marcha en el centro de la capital para exigir la destitución de los magistrados del Supremo, después de que la semana pasada la Sala Constitucional del Alto Tribunal usurpara las funciones del Parlamento, aunque posteriormente rectificó a instancias de Maduro.
Sin embargo, los antidisturbios no permitieron avanzar la columna por el recorrido previsto y dispersaron a los participantes con gases lacrimógenos que afectaron a los legisladores que encabezaban la protesta, con el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, a la cabeza.
En cambio, la policía sí permitió que se manifestaran con normalidad miles de chavistas convocados por el gobernante Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) en defensa de la revolución y contra la injerencia de la OEA. Al final de la marcha oficialista, el número dos del régimen y vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, justificó la represión de las fuerzas de seguridad por que, según aseguró, los opositores pretendían en realidad ocupar el palacio de gobierno de Miraflores.
“Ni uno solo de ellos va a poner su pies en Miraflores”, dijo Cabello en un discurso muy beligerante donde alertó sobre una posible intervención militar extranjera en Venezuela y amenazó a los opositores de que, si se produjera, los opositores serán tratados “como enemigos”. “Andan implorando que invadan a Venezuela”, añadió en relación a los líderes antichavistas. “El golpe de Estado lo dan ellos”, añadió.
Cada vez queda más claro que la operación diálogo en que insistía Maduro es puramente retórica, pues Cabello no se mostró nada conciliador. “No negociamos nada porque nosotros no llegamos aquí para negociar el futuro de esta patria”, indicó el vicepresidente del PSUV. “No nos rendimos, no negociamos, no conciliamos”, agregó Cabello.
Apenas unas horas antes, en la madrugada de ayer (hora española), Maduro rechazaba la reunión urgente del Consejo Permanente de la OEA, que tachó de “ilegal” y “golpe de estado institucional” porque 20 países forzaron una cita que había intentado bloquear Bolivia, presidente de turno de la organización. Finalmente, con el voto de 17 de los 21 estados presentes fue aprobada una resolución que cuestiona la separación de poderes en Venezuela y aboga por la “plena restauración del orden democrático”.
“¡Vade retro Satanás, vade retro OEA, vete de aquí OEA, saca tus manos inmundas llenas de sangre de la Venezuela y la patria bolivariana, repudiamos y rechazamos el golpe de Estado en la OEA!”, respondió Maduro esgrimiendo un ejemplar de la Constitución a modo de crucifijo y tachando de “intervencionismo” la resolución.
No obstante, a continuación Maduro insistió en retomar las negociaciones con la oposición, iniciadas a finales del año pasado con mediación internacional y auspiciadas por el Vaticano. “Ojalá tuvieran un poquito de sensatez, llegara un ángel de luz y volvieran a los caminos que los traje, que los invité, del diálogo político”, indicó el ya poco convincente mandatario. “Creo en el diálogo, creo en la palabra”, concluyó.