El Consistorio quiere abrir su funeraria en el 2019
El gobierno municipal pretende construir un tanatorio con seis velatorios y asegura que con su iniciativa abaratará el servicio
El gobierno municipal de Barcelona prevé obtener el próximo mes la luz verde definitiva del pleno del Ayuntamiento para crear una nueva funeraria de titularidad pública que, si se cumplen las previsiones del concejal de Presidencia, Eloi Badia, estaría operativa, con un tanatorio, seis velatorios –que se podrán alquilar a otros operadores– y 21 trabajadores, en el segundo semestre del 2019.
Badia confirmó este calendario ayer, durante unas jornadas organizadas por el Ayuntamiento de Barcelona en las que participaron otros municipios, como Reus y Terrassa, que ya cuentan con servicios funerarios de titularidad pública. Según el Ayuntamiento de Barcelona, la nueva funeraria podrá ofrece unos precios mucho más económicos que los dos grupos privados que operan en la ciudad, Mémora (cuatro tanatorios en la ciudad) y Áltima (un tanatorio), si bien estas empresas ponen en cuestión los estudios comparativos encargados por el Ayuntamiento que avalan la iniciativa municipal.
El Ayuntamiento ha fijado tres precios orientativos del coste que tendrían los servicios de la funeraria pública, unos precios que, según los estudios encargados por el propio Consistorio, representarían un ahorro de entre el 30% y el 60% respecto al precio medio de los privados, que los citados informes sitúan en 7.149 euros. Así, se establecería una tarifa estándar de 2.622 euros, una media de 3.822 y una superior de 5.170 euros, cantidades todas ellas muy inferiores a las que, según el análisis hecho por la Consultora Global Economics, están ofreciendo actualmente los servicios funerarios en la capital catalana. En definitiva, el Ayuntamiento ha marcado en unos 2.900 euros el precio que quiere que sea el de referencia en Barcelona, un precio que asciende a los 3.800 si se suman los servicios de cementerio y el IVA (21%).
El Ayuntamiento y los operadores privados han entrado en una agria discusión sobre cuál es el precio real de los servicios funerarios en Barcelona, antesala de las más que probables demandas que las empresas del sector, a las que se han desestimado sus alegaciones, se plantean presentar cuando se consume la iniciativa municipal. Mémora y Áltima, que se han quejado de la nula voluntad de diálogo por parte de la Administración, se apoyan en un informe del catedrático de la Universitat Pompeu Fabra Oriol Amat que difería por completo del esgrimido ayer por el Ayuntamiento, firmado por los economistas Juan Delgado y Héctor Otero. Mémora y Áltima señalan que el informe solicitado por el gobierno de Ada Colau está basado en una muestra de sólo 44 facturas, mientras que el del profesor Amat, que era el resultado del análisis de 40.000 facturas desde el año 2010, situaba el gasto medio por entierro en Barcelona en 3.190 euros. Desde el Ayuntamiento se afirma que el estudio encargado por Mémora sobrerrepresenta los servicios de beneficencia, que hacen bajar la media.
El consejero delegado de Mémora, Juan Jesús Domingo, recordó ayer que la ciudad ya cuenta con Serveis Funeraris de Barcelona, compañía participada por el Ayuntamiento (15%) y Mémora, “que ha dado excelentes resultados” y en cuyas decisiones participa el Consistorio. Domingo señaló que más del 70% de los barceloneses disponen de un seguro de deceso y que su compañía y el resto de los operadores funerarios corren con los gastos derivados de los servicios gratuitos a familias sin recursos. Y sobre los elevados precios de los servicios funerarios, alegó que dependen mucho de las preferencias de las familias y de los servicios optativos que contratan.
Por su parte, Áltima también cuestiona la metodología empleada en el informe municipal (“una muestra nada representativa y aleatoria”) y cifra en algo más de 4.400 euros (con cementerio e IVA incluidos) el coste medio de sus servicios, una cantidad muy alejada de las que indica el Ayuntamiento.
El estudio encargado por el Ayuntamiento de Barcelona va acompañado de una encuesta que señala que tres de cada cuatro barceloneses quieren disponer de más alternativas para poder escoger otras empresas que presten servicios funerarios en la ciudad. El porcentaje de respuestas afirmativas se eleva al 95% cuando se pregunta a los entrevistados si están de acuerdo con la creación de una empresa pública. Al respecto de este sondeo, los operadores privados destacaron que en él se pone de manifiesto la buena valoración de los servicios funerarios que se ofrecen en Barcelona.
Cabe recordar que la privatización de Serveis Funeraris, con la venta de la mayoría de las acciones de la empresa, que era municipal, al grupo Mémora se hizo en la época de gobierno del PSC, formación integrada hoy en el equipo de Ada Colau como socio minoritario. El Ayuntamiento de Barcelona se reservó un 15% de las acciones, que ahora, cuando decide poner en marcha la empresa pública, quiere vender a Mémora ejerciendo lo establecido en una cláusula incluida en el momento en que el Consistorio se desprendió de la mayoría de las participaciones en la empresa.
Los privados cuestionan los precios que se les atribuyen en un informe encargado por el Ayuntamiento