Bonanza impositiva
Ayer, Montoro presentó los presupuestos del Estado. De su enorme volumen de información permítanme expurgar algunas reflexiones. Primera. Hemos dejado atrás la crisis de ingresos. Transcurridos 10 años desde su inicio, la recaudación tributaria ha recuperado los 200.000 millones de euros del 2007. Un volumen que cayó a 162.000 en el 2011 y que el pasado año alcanzaron los 186.000, en parte merced a las rebajas fiscales de Montoro. Finalmente, las previsiones para el 2017 recuperan los ansiados 200.000 millones. En suma, y como reza el juego de la oca, del 2007 al 2017... y tiro por que me toca.
Segunda. La recuperación impositiva entre el 2007 y el 2017 va por barrios, es decir, por niveles de renta: modesto avance del IRPF e incrementos más substantivos del IVA, mientras que el impuesto de sociedades todavía acumula una pérdida notable: de 45.000 a 24.000 millones de euros entre el 2007 y el 2017.
Tercera. Expectativas de intensos incrementos para el 2017. El ministro Cristóbal Montoro espera un aumento de un muy elevado 7,9%, y ello con una previsión conservadora de crecimiento del PIB (2,5%), por debajo del consenso hoy existente (2,6%). El fuerte incremento que se postula del empleo (más de 500.000 nuevos puestos de trabajo), el del consumo privado y de la inversión (2,6% en los dos casos), junto a un aumento de los precios en el entorno del 1,5%, dan razón de los avances de recaudación de los principales impuestos: un 7,7% la recaudación por IRPF, un 12,6% la del impuesto de sociedades, un 7,3% el IVA y un 4,6% los impuestos especiales.
Cuarta. España sigue con una presión fiscal baja. A pesar de esta recuperación fiscal, en el 2017 alcanzará el 38% del PIB, unos 9 puntos por debajo de la media de la eurozona y, por descontado, muy apartada de los niveles de los países nórdicos, Bélgica o Francia.
Finalmente, creciente financiación de las pensiones de viudedad con impuestos. Dado que el déficit de pensiones para el 2017 está en los 16.000 millones, Montoro financiará una parte substancial de este con deuda pública. Se abandona el uso del fondo de reserva y se aparta la financiación de la viudedad con cotizaciones.
No está mal. Empujados por san
Sería recomendable elevar la presión fiscal para asegurar los servicios públicos, pero Rajoy no lo va a hacer
Mario Draghi, la recuperación mundial y la mejora de la competitividad, los ingresos fiscales finalmente se recuperan a ritmos no vistos los últimos años. Sería deseable que continuáramos en esa línea. Pero que la aprovecháramos para elevar la presión fiscal. Porque, ya se sabe, servicios públicos europeos exigen eso, presión fiscal similar. Pero ahí, me temo, el Gobierno Rajoy no está por la labor.