Arturo Mas-Sardà
El complejo de ocio inaugura un nuevo parque temático dedicado a la mítica marca automovilística Ferrari. Las nuevas atracciones pueden situar a Port Aventura World por encima de los 5 millones de visitantes anuales.
sos se reemprenda “en el tercer trimestre del año”, aunque dar garantías en el resto de casos todavía es “prematuro”.
Las previsiones de De la Serna son más optimistas que las de Adif. El administrador de infraestructuras ferroviarias, dependiente de Fomento, planteó hace apenas 48 horas un calendario más tardío, que situaba en el 2018 la reanudación de las obras.
“Es una buena noticia –dijo el ministro– que se pueda avanzar sobre esas planificaciones iniciales”. Íñigo de la Serna mostró un “compromiso explícito” para adelantar la fecha, aunque recalcó que todo depende de la auditoría externa que Adif ha encargado sobre el millonario fraude detectado. El problema, como reconoció, es que aún no se sabe con exactitud qué han hecho realmente las constructoras.
La investigación ha destapado facturas presuntamente hinchadas, pagos injustificados, sobornos y sobrecostes que en algunos casos pueden superar el 258%, según un reciente dictamen del Tribunal de Cuentas, el máximo órgano fiscalizador de la obra pública. Sólo cuando los informes acrediten su estado real y los dictámenes obren en poder de los jueces se podrá reactivar el proyecto, pero en función de los peritajes no se descartan rescisiones de contratos, la modificación de otros y nuevas licitaciones. “Todo requiere de un gran esfuerzo administrativo y antes de dar cualquier paso hemos de informar al juzgado”, dijo el ministro.
La situación en la nueva e inacabada estación de Sant Andreu es más compleja si cabe y la “incertidumbre”, agregó Íñigo de la Serna, impide aquí hacer previsiones porque “aún es pronto para dar plazos”. Estas instalaciones son “estratégicas” (Colau dixit) para el futuro de la línea de alta velocidad en Barcelona. Tanto es así que reconocidos especialistas, como el ingeniero Jordi Julià, que ha desempeñado altos cargos en Renfe, la Generalitat y el Àrea Metropolitana de Barcelona, se refieren siempre a esta operación urbanística como la de “la Sagrera-Sant Andreu”.
Pero mientras el futuro más inmediato de la nueva estación de Sant Andreu no está todavía claro, el ministro y la alcaldesa confían en una rápida actuación que permita hacer accesible los andenes de la vieja estación, una de las más antiguas de España y donde no hay ascensores que eviten las escaleras a las personas con movilidad reducida. Esta es una de las carencias que resumió recientemente la teniente de alcaldía, Janet Sanz, ayer también presente en el encuentro, con la expresión “despropósito monumental”.
“La Sagrera –subrayó Colau– no puede esperar más, no sólo por los miles de vecinos que sufren a diario esta herida abierta entre los distritos de Sant Martí y Sant Andreu, sino por el prestigio de sociedades públicas, como Barcelona Sagrera Alta Velocidad. Los ciudadanos no entienden que todo se pueda retrasar tanto y exigen soluciones ya. El Ayuntamiento está dispuesto a una colaboración total”.
El Ayuntamiento y el Govern (con un 25% cada uno) y el Estado (con un 50%, en representación de Adif y Renfe) integran Barcelona Sagrera Alta Velocidad, el órgano conjunto que debería planificar todo lo relacionado con el AVE. La sociedad no se reúne desde junio del 2016. Aún no hay fecha para el próximo encuentro, pero el ministro avanzó ayer que será pronto. El Manifiesto Sagrera, que impulsaron cuatro colegios profesionales de Catalunya y al que se han sumado otros representantes de la sociedad civil, denuncia que Adif se ha desmarcado de los criterios consensuados en la sociedad y ha “adjudicado unilateralmente el proyecto de nueva estación de la Sagrera a la empresa con peor valoración técnica”.