Las órdenes a los fiscales tendrán que ser por escrito
El Gobierno eliminará las instrucciones verbales en la Fiscalía
Claritas y con buena letra. Así tendrán que ser en breve las órdenes e instrucciones que los órganos superiores de la Fiscalía impartan a sus subordinados. Lo anunció ayer el ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien compareció en la comisión de Justicia del Congreso para exponer sus proyectos y contestar a preguntas de a oposición.
La sesión se anunciaba tormentosa porque los grupos parlamentarios habían afilado el hacha de sus preguntas sobre todo sobre las tensiones en la Fiscalía y la revolución interna que algunos nombramientos de puestos clave del organigrama de la carrera provocaron entre los fiscales. Tal vez consciente de ello, el ministro resaltó el aumento presupuestario de Justicia, de más del 7% para este año, y se anticipó a sus críticos y detractores y soltó una liebre de perfiles noticiosos. Expuso que en breve –y, desde luego, cuando los fiscales asuman la investigación de los delitos como instructores de los procesos– nadie recibirá órdenes verbales en la Fiscalía, sino que todo el mundo las obtendrá por escrito.
Se trata, sin duda, de un ejercicio de profilaxis. Sobre la Fiscalía General del Estado han llovido chuzos
El Gobierno quiere evitar fricciones como la ocurrida entre la Fiscalía General y la de Murcia
de punta a raíz de las instrucciones dadas a los fiscales de Murcia para que no acusaran al hasta hace poco presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez (PP), quien finalmente ha dejado este cargo, asediado por varias investigaciones judiciales. La Fiscalía de Murcia quería actuar contra Sánchez y la del Estado no veía motivos suficientes para hacerlo. Y dio órdenes en este sentido. Cuando la reforma del Estatuto del ministerio fiscal anunciada por Catalá se apruebe, un caso así tendrá que llevarse por escrito. Consecuencia teórica: menos ocasión a los malentendidos y las confusiones. Consecuencia práctica: ya se verá. En parte, porque serán las “órdenes generales” las que “se publiquen de una manera oficial”. Mientras tanto, Catalá dijo que “el Gobierno al que yo pertenezco jamás ha dado órdenes, instrucciones, recomendaciones o consignas ni ha impuesto ninguna exigencia de ninguna clase al ministerio fiscal”.
En distintos grados, la crítica a la falta de autonomía de la Fiscalía estuvo presente en las intervenciones de la mayor parte de los portavoces de la oposición. Lourdes Ciuró (PDECat), Ester Capella (ERC), Juan Carlos Campo (PSOE), Mikel Legarda (PNV), Ignacio Prendes (C’s), Enric Bataller (Compromís) y Sara Carreño (Podemos) atacaron a Catalá por ese frente. En el caso de Ciuró y Capella con especial mención del recurso a su juicio abusivo a los jueces para dirimir conflictos políticos como el existente con respecto a Catalunya. Aquí el ministro tiró de manual de respuesta rápida y negó que hubiera aludido alguna vez al posible uso de medidas constitucionales excepcionales. Consideró internacionalmente avalada la reforma que permite al Tribunal Constitucional (TC) suspender a políticos, pero añadió que “ojalá seamos capaces” de encontrar “soluciones acordadas en el marco del Estado de derecho”.