Feijóo alza la voz de las autonomías del PP inquietas por el recorte inversor
Los siete presidentes de comunidades del PSOE presentan batalla a los presupuestos
Que las comunidades gobernadas por los partidos que no gobiernan el Estado protesten por las bajas inversiones para sus territorios en los presupuestos generales es lo habitual. Pero que la protesta alcance al partido en el poder no es tan corriente. Las discrepancias y críticas no han sido generalizadas entre las comunidades dirigidas por el PP, pero es significativo el malestar que expresa el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que contrasta con la aceptación de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, o el silencio de los demás.
Lo que hay en el PP, en realidad, es resignación. Pero tratan de ocultar el descontento para no poner en apuros al Gobierno. De hecho, la crítica a Mariano Rajoy sólo se dejó entrever. Feijóo reconoció que la inversión caerá en Galicia un 32%, pero se consoló con el dato de que si ejecuta todo el presupuesto, el dinero real que reciba será más que en el 2016. Por eso, Feijóo acompañó su crítica con el anuncio de la creación de una comisión de seguimiento “de la ejecución real”, que presidirá él mismo, y que fiscalizará las inversiones del Estado para comprobar que se materializan las cifras presupuestadas. Caso contrario, dijo expresando su verdadero sentimiento, “estaremos ante un presupuesto decepcionante”.
Ni los gobiernos de Castilla y León, La Rioja o Murcia han expresado queja alguna. Prefieren callar. Y la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, trató de encontrar el lado positivo: aunque reconoció que las inversiones del Estado “nunca son suficientes para hacer frente a todas nuestras necesidades”, los datos son “razonables” y atienden “las infraestructuras más importantes de la comunidad”.
Desde la oposición, el PP valenciano se sumó a una declaración de las Corts que muestra su rechazo a las cuentas del Estado. Algo que afeó a su presidenta, Isabel Bonig, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que cree que “no conoce bien los presupuestos”. Lo mismo que Cristóbal Montoro, que ante la avalancha de críticas pidió a las autonomías que lean correctamente las cifras de inversiones.
Los siete presidentes autonómicos del PSOE sí coincidieron en montar en cólera a la vista de las inversiones territorializadas de Montoro. Varios de ellos ya habían advertido que era un agravio comparativo la inversión para Catalunya que prometió Rajoy la semana pasada –pese a que la propia Generalitat lo consideró simples promesas incumplidas desde hace años–, y se están preparando para una negociación del nuevo sistema de financiación autonómica “a cara de perro”, según avisó ayer el extremeño Guillermo Fernández Vara. Así que la reducción de las inversiones del Estado les llevó a todos a alzarse en pie de guerra.
La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, tachó de auténtico “desastre” la reducción en un 36,6% de las partidas para su comunidad, lo que consideró un “maltrato brutal” y “un ataque frontal sin ninguna justificación”. La única explicación que Díaz aseguró encontrar para que se quiera “atacar, agraviar y maltratar a Andalucía” es que Rajoy “la tiene tomada” con esta comunidad porque “no le respalda”.
El presidente valenciano, Ximo Puig, se mostró muy indignado: “¿Cómo estoy de enfadado? De uno a diez, diez”. Con un recorte del 32,9%, tachó de “indignantes” e “irracionales” estas cuentas. “¡Son la gota que colma el vaso!”, clamó ayer. Y además de exigir una cita urgente con Rajoy, anunció que plantará batalla, sin descartar “ninguna” medida.
El presidente de Extremadura, Fernández Vara, se mostró “engañado”. Y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tras advertir ayer que “no es bueno ofrecer dinero para acallar sentimientos” –en alusión a las “promesas millonarias” de Rajoy en Catalunya–, criticó la reducción de un 26% de la inversión en su comunidad. “Un recorte que llega al nivel de lo que crece el presupuesto de armamento y de Defensa”, dijo, en referencia al de su antecesora en el cargo, y ahora ministra, María Dolores de Cospedal. El aragonés Javier Lambán mostró ayer su “gran decepción”. “¡Hemos visto nuestro gozo en un pozo!”, lamentó. Y los ejecutivos del asturiano Javier Fernández y la balear Francina Armengol expresaron su “decepción e indignación”.
Presidentes socialistas como la andaluza Díaz atribuyen el “maltrato” de Mariano Rajoy a animadversión política