El peso de la dieta
Los perjuicios que tiene para la salud el consumo de este aceite se reducen al mínimo si se sigue el patrón alimentario mediterráneo
El Congreso insta al Gobierno a eliminar de los colegios y centros de salud los alimentos con esta materia prima
Sí, el aceite de palma es perjudicial para la salud por su alto contenido de grasas saturadas. El problema es que es el ingrediente que se encuentra en la mitad de los productos procesados que hay en el mercado, siendo el aceite vegetal más usado del mundo. ¿Es peligroso en términos generales para los consumidores? Como siempre en nutrición, todo depende de las cantidades que se consuman y en la forma en que se ingiera. “No es lo mismo tomarlo crudo, que incluso tiene propiedades beneficiosas, que en su forma refinada, mucho más perjudicial. Como tampoco es lo mismo comer en grandes cantidades que en pocas”, explica Antonio Villarino, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, quien sin embargo cree que los españoles en particular corren menos riesgos que otros consumidores precisamente por la inclinación tradicional a utilizar el aceite de oliva o el de girasol antes que el de palma.
Villarino, presidente de las XXI jornadas de Nutrición Práctica que ayer se clausuraron en Madrid, cree que hay “más problema con el uso que hace la industria de este ingrediente, muy presente en productos procesados, y del que se informa poco y mal. Pero hay que decir al consumidor que si lleva una dieta sana, una dieta mediterránea, no correrá ningún peligro porque esos alimentos no son aconsejables de manera habitual”, indica este profesor de nutrición que aboga por una dieta equilibrada para combatir los riesgos de este ingrediente y por mejorar “claramente” la información sobre el contenido de los alimentos. A su juicio, no es de recibo que se camufle el aceite de palma bajo nomenclaturas técnicas, imposibles para el común de los mortales.
Precisamente la Comisión de Sanidad del Congreso aprobó el pasado miércoles una proposición no de ley de ERC para instar al Gobierno a mejorar la información facilitada al consumidor sobre los alimentos que contengan aceite o grasa de palma. La iniciativa, que incorporó enmiendas del PSOE y Ciudadanos y recibió el apoyo de Unidos Podemos, fue aprobada por 23 votos a favor y 14 votos en contra del PP. En el texto se pide al Ejecutivo que defienda ante la Unión Europea una modificación del reglamento europeo para que los fabricantes, productores, distribuidores e importadores de alimentos que contengan aceite o grasa de palma informen del contenido de este producto en sus envases o etiquetas “de una manera legible y visual”. Asimismo, el Ejecutivo deberá actuar, de acuerdo con las diferentes administraciones públicas, para la progresiva eliminación de los productos que contengan grasa o aceite de palma o cualquier otra grasa saturada que se demuestre no saludable en los centros educativos, deportivos y de salud. El objetivo es reducir la ingesta en la población infantil ya que muchos de los alimentos preferidos por los menores, como las cremas de cacao o determinadas galletas de gran aceptación infantil, contienen este tipo de aceite.
Los expertos que participaron en las jornadas de Nutrición Práctica insisten una y otra vez en reducir la ingesta del aceite de palma, algo que “se puede hacer” si se sigue una dieta saludable, limitando de manera considerable el consumo de productos precocinados, así como bollería industrial y otro tipo de productos agroalimentarios procesados. “Y si no hay opción, elegir productos que cuenten con la etiqueta RSPO, un sello de aceite certificado que asegura que el producto se ha elaborado en plantaciones sostenibles”, señala la bióloga María Suárez, experta en fauna salvaje, quien mientras trabajaba en un centro de rescate de orangutanes en Indonesia presenció la devastación provocada por los cultivos de palma aceitera. Desde entonces se ha centrado en informar sobre el principal peligro de este aceite, superior al de la salud: la deforestación.