“Tras ganar Trump, nuestra serie se ha convertido en incómoda”
Álex y David Pastor, creadores de ‘Incorporated’, thriller futurista del canal Syfy que mañana se estrena en España
Álex (36) y David Pastor (38) son dos hermanos catalanes que se trasladaron hace años a Estados Unidos para llevar allí sus mundos distópicos y apocalípticos a la pantalla, ya fuese grande o pequeña. Tras realizar tres cortometrajes, los hermanos escribieron y dirigieron Infectados: Carriers (2009) y Los últimos días (2013), rodada en Barcelona, y se encargaron de los guiones de Out
of the dark (2014) y Eternal (2015). Mañana, la cadena Syfy estrena en España su primera incursión televisiva, Incorporated (22 h), un thriller de espionaje futurista ambientado en un mundo donde las corporaciones se han hecho con el poder. Matt Damon y Ben Affleck han sido los productores ejecutivos de esta serie en la que los hermanos Pastor, además de ser sus creadores, han dirigido dos episodios, incluido el piloto.
¿Qué mundo presentan en esta ocasión en Incorporated?
ÁLEX: Es un thriller de ciencia ficción ambientado en un futuro donde el cambio climático y la degradación medioambiental han causado tantos desastres que los gobiernos mundiales se han ido a la bancarrota intentando contener sus efectos. Poco a poco, han tenido que ir privatizando todas sus posesiones hasta que ahora casi todo está controlado por grandes multinacionales, que cuentan con sus propios ejércitos y actúan como países, en constante guerra de espionaje industrial, e incluso con conflictos armados.
Con esta trama, más que futurista, parece la realidad de mañana mismo, por no decir hoy. DAVID: Esta serie nace de nuestra preocupación por el mundo actual y las tendencias a su alrededor. Y desde luego no plantea un futuro imposible, sino que coge lo peor de nuestro presente y lo extrapola a un extremo desgraciadamente posible. Mientras escribíamos el piloto nos dábamos cuenta de que la realidad nos iba alcanzando, como los casos de Grecia, que vendía islas, o de Portugal, que privatizaba el servicio de correos, para pagar sus deudas.
Denunciar el poder de las grandes multinacionales, concienciar sobre el cambio climático...¿es la lectura subterránea de la serie? A: No tan subterránea (sonríe). Es una serie con un punto de vista político muy claro, aunque no queríamos hacer un panfleto, sino tratar los temas que nos preocupan a través de lo que no deja de ser una serie de televisión de entretenimiento.
Encontramos una historia de amor. ¿Es el único motor para salir adelante en un mundo caótico? D: No se trata de una visión romanticona y simplista del amor. El protagonista, el ejecutivo Ben Larson (Sean Teale), está buscando una chica que hace años que no ve y a la que tiene idealizada, al tiempo que se ha creado otra vida junto a otra mujer. Larson se irá dando cuenta de que tener recuerdos idealizados no es lo más adulto ni realista. Esa mujer que tiene al lado quizás es más imperfecta y su vida con ella sufre las fricciones del día a día, pero no es un recuerdo distante, sino algo real y por lo tanto más valioso.
¿Qué películas de ciencia ficción han sido sus referentes?
A: Muchas. Quizás para nosotros, por nuestra edad, el referente debería ser Robocop (sonríe), por la idea de futurismo sucio con un poco de sátira social. Hay cierta influencia
de Gattaca, pero sobre todo de una película que no es de ciencia ficción
y que nos marcó de pequeños, Los
canallas duermen en paz, de Akira Kurosawa, sobre el mundo de las corporaciones japonesas y su estructura jerarquizada con un protagonista que busca venganza.
Habrá sido un lujo tener a Ben Affleck y Matt Damon como productores ejecutivos. D: Su papel ha sido principalmente ser nuestros padrinos, factor fundamental para nosotros ya que era nuestro primer proyecto televisivo. También nos iban dando su opinión, pero dejándonos siempre absoluta libertad. Lo que ocurre es que si te envía una nota Ben Affleck, quien además de actor es guionista, director y productor y tiene dos Oscar, pues le haces caso porque además suele ser muy acertada.
La serie, estrenada en noviembre en Estados Unidos, no tendrá segunda entrega. ¿Qué ocurrió? A: Lamentablemente el panorama aquí ha cambiado desde las elecciones del pasado noviembre, con el triunfo de Donald Trump. Nuestra sensación es que Incorporated iba suficientemente bien y había recibido buenas criticas, pero se convirtió en algo incómodo porque tocaba demasiado la fibra de una manera que antes no parecía. Que la realidad nos haya ido atrapando ha convertido quizás a la serie en un poco molesta ideológicamente. Creo que se han querido ahorrar polémicas. D: En la actualidad hay una tendencia aquí a desarrollar muchas series sobre los ejércitos, los marines, los
navy seals... Hay una exaltación de la patria desde las últimas elecciones y nuestra serie no va por ahí. Es una historia más cínica y descreída. A veces das demasiado en el clavo.
¿Están trabajando en nuevos proyectos para cine o televisión?
A: Es prematuro hablar de ello porque estamos en el proceso de gestación y en este negocio hay que desarrollar cinco o seis ideas a la vez sabiendo que sólo una se hará realidad. D: Es verdad que ahora nos ha picado el gusanillo de la televisión y tenemos varios proyectos, tanto en inglés como en castellano.
¿En castellano? ¿Volverán a trabajar en una ficción española?
D: Bueno, ahora hay plataformas internacionales que ruedan series en castellano dirigidas al público español pero sus creativos están en una oficina en Hollywood. Es difícil decir de qué nacionalidad son.
“El punto de partida es un futuro con poderosas multinacionales y gobiernos en bancarrota”