El autor del atentado de Estocolmo pidió asilo y tenía orden de expulsión
El supuesto autor del atentado del viernes pasado con un camión en el centro de Estocolmo, en el que murieron cuatro personas y otras 15 resultaron heridas, había solicitado asilo, le fue denegado y desde hacía meses pesaba sobre él una orden de expulsión de Suecia, según confirmó ayer la policía. El día en que miles de personas se manifestaron por la paz en el centro de la capital sueca, lugar del ataque donde murieron dos suecos, un británico y un belga, las autoridades confirmaron que el sospechoso, un ciudadano uzbeko de 39 años, había mostrado simpatía por el Estado Islámico (EI) en las redes sociales.
Fue atrapado pocas horas después de atropellar a decenas de transeúntes y empotrar un camión que acababa de robar en el escaparate de unos grandes almacenes. El presunto atacante pidió asilo en Suecia en el 2014, pero su petición fue rechazada en junio del 2016 por la dirección general de Migraciones. Este organismo fue el que le comunicó en diciembre del año pasado que debía abandonar el país de forma voluntaria, pero al no hacerlo, trasladó el caso a la policía, como suele ser el procedimiento habitual. El 24 de febrero se emitió una orden de búsqueda para ejecutar la expulsión.
En el curso de la investigación, varias personas han sido interrogadas y permanecen retenidas, declaró Jan Evensson, de la policía de Estocolmo. Al menos uno de ellos ha sido formalmente detenido, aunque no han trascendido más detalles, más allá de que los agentes aseguran que hay “una sospecha justificada” de que el detenido haya cometido un presunto delito de terrorismo.
Las autoridades suecas, que no han dado más detalles sobre las víctimas por respeto a los familiares, mantienen un dispositivo reforzado en lugares de todo el país donde puede haber alta concentración de gente, aunque descartan que haya “riesgo concreto” de que se produzcan más atentados.
De los quince heridos en el ataque, diez personas permanecen hospitalizadas, varias de ellas muy graves. Para solidarizarse con ellas y con las víctimas mortales, miles de ciudadanos se concentraron en la céntrica plaza Sergel y sus inmediaciones, a pocos metros del escenario del atentado, para enviar un mensaje de esperanza y de paz. La concentración, convocada por un bloguero sueco de origen iraní, abarrotó la plaza y las calles colindantes. Muchos de los asistentes llevaban flores, pancartas y banderas suecas, en medio de una fuerte presencia policial. Hoy Suecia vivirá un día de luto por el atentado.