El padre Román, absuelto de abusos a un menor
La Audiencia de Granada ha tardado menos de tres semanas en redactar una sentencia de 80 páginas en la que absuelve al sacerdote Román Martínez, presunto líder del conocido como
clan de los Romanones, de abusos sexuales a un joven cuando este contaba entre 14 y 17 años. Los magistrados observan “la concurrencia de graves contradicciones en la declaración de la presunta víctima, que proporciona versiones de los hechos imprecisas y vacilantes”.
El denunciante, que ahora tiene 27 años, llegó a hablar por teléfono con el papa Francisco, quien le habría animado a denunciar los hechos ante la justicia ordinaria. La acusación se extendía a diez sacerdotes y tres laicos, quienes componían una sociedad religiosa cerrada. Todos ellos, excepto su presunto líder, Román Martínez, fueron exonerados por la prescripción de los posibles delitos.
La Fiscalía y Daniel, el denunciante del que nunca se ha conocido su verdadero nombre, mantuvieron las acusaciones contra el sacerdote, cuyo delito estaría vigente porque se le acusaba de penetración anal. El fiscal solicitaba nueve años, pena que Daniel, como acusación particular, pedía que ascendiera hasta los 26.
Poco después de comenzar el juicio, el fiscal Francisco Hernández retiró la acusación contra el sacerdote, “al no ver concluyentes las pruebas ni los testimonios”. Ahora, la Audiencia añade que “la absolución del procesado se basa no sólo en la falta de pruebas contra él, sino también en la falta de convicción que el testimonio de la presunta víctima nos causa, resultando de su relato aspectos absolutamente inverosímiles”. El fallo puede ser recurrido.