“Necesitaba dar el paso”
Helena Miquel, voz de Delafé y Las Flores Azules, debuta en solitario con ‘El sol en la sombra’ como compositora, cantante y bajista
Su gran ventaja, además de virtudes personales y artísticas, es que ya es muy conocida. Y es con ese bagaje con el que la cantante Helena Miquel se lanza a una carrera en solitario, dejando tras de sí sus experiencias con los grupos Élena y Facto Delafé y Las Flores Azules (y desde hace unos años, solo Delafé y Las Flores Azules).
Miquel (Barcelona, 1972) ha decidido poner punto final a una faceta de su carrera profesional que prácticamente la ha monopolizado hasta el presente porque, confiesa: “Llegó un momento en que sentí que me faltaba motivación”. Un proceso que arrancó cronológicamente en septiembre del 2015, cuando dio su último concierto como la mitad de Delafé y Las Flores Azules, y que ha finalizado este viernes pasado con la publicación de El sol en la sombra (La Cúpula Music), un disco bajo su nombre, de canciones interpretadas en castellano, compuestas por ella y en donde también se estrena como cantante-bajista.
La primera reacción es de sorpresa al tratarse de un cambio tan radical, sobre todo en su asunción de tareas de líder, compositora y bajista. “Hace unos años, en el 2013, compuse un par de canciones, pero no con la idea de hacer un disco, sino para el documental de una amiga mía. Y allí fue donde comencé a tocar la guitarra con la intención de hacer una canción de principio a fin. Se la enseñé a mi amiga y le gustó mucho; para mí fue un descubrimiento y a partir de allí cogí la dinámica de tomar la guitarra en casa y a ver si salían más cosas”, rememora la cantante, también periodista y actriz (No habrá paz para los malvados).
El proceso ha sido largo, repleto de dudas y angustias y se intuye que no pocos dolores de cabeza. “Durante los dos últimos años que estuve con Delafé, en el 2014 y el 2015, tenía un poco la sensación de estancamiento personal; ¡ojo! una sensación que no tenía que ver con nadie en concreto. Tuve un encuentro con Óscar [D’Aniello, el Delafé del grupo y también su exmarido] en aquel momento, y le expliqué que tenía la sensación de que me faltaba motivación. Lo digo para que se vea que no fue una decisión que tomé de un día para otro. Él y la gente del equipo me hicieron ver que quizá se debía a los problemas que pasábamos debido al cambio de mánager y demás. Decidí ser positiva, mirar hacia delante, y optamos por seguir la gira durante un año y medio más. Pero al final todo salió cuando tuvimos que entrar en el estudio de grabación para hacer el nuevo disco de Delafé y Las Flores Azules. Allí fue donde me di cuenta de que eso no era lo que me apetecía. Fue una decisión muy dura y difícil, porque era mi vida, mi modus vivendi. Pero tenía la necesidad real de un cambio”, resume con una sonrisa.
A partir de ese momento se puso a escribir las otras piezas que acabarían dando forma al disco de estreno. Grababa maquestas domésticas muy básicas sólo con guitarra y voz. “Y después me ponía manos a la obra con Marc”. Se refiere al guitarrista Marc Marés, con el que coincidió en su primera aventura musical, en la citada banda pop Élena. “Él se ha encargado de hacer los arreglos de todos los temas, además de darme el empujón necesario para que esto se materializase. Fue hasta quien me animó a que volviera a tocar el bajo, que es el primer instrumento que toqué cuando me metí en esto de la música”.
“Las letras y melodías son mías; con Marc he trabajado mucho los arreglos y con Lluís Cots he terminado de vestir las canciones y de dar la sonoridad”, explica sobre el producto resultante. La obra, en cualquier caso, no tiene nada que ver sonoramente con lo que ha estado haciendo hasta ahora. ¿Era algo adrede? “Pues sinceramente no. Lo que he hecho es lo que ha salido de dentro de mí y con lo que me identifico totalmente. Eso sí, mi manera natural tira hacia las partes más melancólicas... he hecho lo que me gusta, me siento totalmente identificada con este disco y lo quiero defender porque va mucho conmigo, soy yo”.
Y en este reflejo de cómo es ella, abunda lo dulce y lo melancólico, que no triste ni sombrío. “Refleja bastante los distintos estados por los que he ido pasando. Hay bastantes letras de desamor y hay otras que incluso me han sorprendido como La retaguardia, que es de tipo político y que tiene que ver con la corrupción aunque en realidad refleja mi hartazgo de la clase política”. Unas canciones escritas enteramente en castellano: “Lo que curiosamente me ha permitido ponerme desde fuera y desnudarme de una forma muy clara y que me ha hecho sentir, cosa que en catalán no hubiera hecho. No sé, por fin he sacado lo que quería decir”.
En fin: con los dos músicos que le han ayudado en la realización del disco, Lluís Cots y Marc Marés, ha perfilado un grupo con el que girará las nuevas canciones y la nueva Helena Miquel, contenta, feliz y satisfecha. La primera cita será el 22 de abril en la sala Sidecar de Barcelona.
La música catalana presentará el disco en formato trío en la sala Sidecar el próximo 22 de abril