“Hemos revivido la pesadilla”
Luis Enrique deplora un primer tiempo “nefasto, parecía la tercera parte del PSG-Barça”
Visiblemente tocado, decepcionado, sin ánimo, sin retranca ni ironías. Luis Enrique Martínez estaba ayer abatido por el nuevo naufragio de su equipo, que le teletransportó dos meses atrás, a aquella noche negra de París del 14 de febrero. “Da igual que considere justo o no el resultado, es el que es. Ha sido una primera parte nefasta, parecía la tercera parte del PSG-Barça. Esto es muy grave, muy triste, me he sentido impotente”, se desangraba el Luis Enrique más destrozado y vulnerable que se ha visto en una rueda de prensa desde que dirige al Barça. “Hemos revivido de nuevo una pesadilla”, admitía con dolor.
Cuestionado sobre qué no había funcionado, el técnico asturiano no se mordía la lengua repartiendo responsabilidades: primero, la suya, pero también la de los jugadores, a los que rara vez había cuestionado antes en público. “Claramente el posicionamiento y algunas cosas más en el campo estaban por debajo del nivel requerido. El planteamiento (táctico) es mi responsabilidad, pero hemos regalado la primera parte, nos hemos ido reviviendo una pesadilla que tenemos muy presente”, disparaba. “Tengo una sensación lamentable como entrenador, difícil de explicar. Han sido muy superiores a nosotros en intensidad. El planteamiento ha sido nefasto en la primera parte, muy lejos de lo que yo intento transmitir a mis jugadores”, entonaba el mea culpa.
“La primera parte no me la quito de la cabeza. He visto a los jugadores con intención de competir claramente, pero hemos vuelto a cometer errores, ha sido la tercera parte del partido de París. Que suceda de nuevo deja mucho que desear”, se flagelaba.
CRÍTICAS A LOS JUGADORES “Fueron muy superiores a nosotros en intensidad; que pase de nuevo (lo de París) deja mucho que desear”
Sólo salvaba la segunda parte, en la que “estuvimos a la altura, fuimos merecedores y mejores que el rival, también fruto de su repliegue”, admitía. “Pero no hemos tenido la pizca de fortuna para meternos de verdad en la eliminatoria”.
Preguntado sobre si esta vez creía en la remontada, como vaticinó tras el 4-0 en París, su respuesta fue elocuente: “Hoy me cuesta más creer. No tengo ni ganas de pensar. Ahora me apetece poco hablar del futuro. Aunque sea optimista por naturaleza, debo pasar mi momento de luto”, se despedía abatido.