La Vanguardia

El esplendor de The Doors contado por su guitarrist­a

Robby Krieger, guitarrist­a y miembro fundador de The Doors

- ESTEBAN LINÉS Barcelona

El pasado enero se cumplió medio siglo de la aparición del primer álbum de los Doors, The Doors (Elektra), que se convirtió en espléndida carta de presentaci­ón de una banda que acabaría marcando la historia del rock, por sus canciones y por la personalid­ad de su líder, Jim Morrison. Fallecidos este y el teclista Ray Manzarek, y con el batería John Densmore semirretir­ado, es el guitarrist­a Robby Krieger quien rememora, a sus 71 años y con su propio grupo en activo, aquellos días como protagonis­ta privilegia­do. Para celebrar el aniversari­o, la discográfi­ca Warner acaba de publicar una nueva edición del disco, en forma de lujosa caja con 3 CD y un vinilo. Uno de los CD contiene 8 canciones en director grabadas el 7 de marzo de 1967 en la sala The Matrix de San Francisco.

¿Cómo recuerda la elaboració­n de aquel primer álbum?

La verdad es que fue muy sencillo porque esas canciones las habíamos estado tocando cada noche durante seis meses en el Whisky Bar y sitios por el estilo; las metimos en una grabadora y ya está. Así de simple.

El material era sobre todo de Jim Morrison.

En aquellos primeros días Jim componía todas las canciones; llegaba, nos cantaba los temas al resto del grupo, trabajábam­os los arreglos y acababan saliendo. Era un esfuerzo colectivo del grupo, sin duda. Pero llegó un momento en que no tuvimos suficiente­s canciones originales, así que Jim nos dijo que compusiéra­mos nosotros también temas propios. Me puse en ello y la primera que me salió fue Light

my fire.

¿Qué siente cuando escucha las once canciones del disco?

Mire, he estado tocando estas canciones durante los últimos veinte años, primero con Densmore y Manzarek y después con mi propia banda. Estas canciones nunca morirán, pero tampoco es aquello de que me siente para escuchar todo el disco, porque llega un momento que de tocarlas tantas veces te cansas un poco.

¿Alguna favorita?

Quizás la que más me guste sea

Back door man.

¿Hay alguna fórmula mágica que explique que canciones como

Light my fire o The end sigan tan actuales medio siglo después? No hay nada de magia. Son buenas canciones. Light my fire, por ejemplo, el modo en que la tocábamos, con aquella parte instrument­al tan larga en el medio del tema, era algo único, convertía al grupo en una banda numero uno. Y le pasó lo mismo a José Feliciano cuando la versionó un año más tarde, de una manera muy diferente del original –sin la entrada de órgano, por ejemplo–y se acabó convirtien­do prácticame­nte en el mayor éxito de su carrera. Y qué se puede decir de The

end, una composició­n extremadam­ente personal, con sus referencia­s edípicas en la parte central de la letra. Mucha gente no se da cuenta de que la letra de esa canción es consustanc­ial a sus vidas si la vemos desde un punto de vista psicoanalí­tico. Para Jim Morrison lo que explica en esa canción era algo que él vivió cada día, sabía de qué iba y por eso segurament­e la cantaba de una manera tan única y entregada, y sólo un genio como él supo reflejar ese sentimient­o y esa sensación en una canción.

Hablando de Jim Morrison, ¿cómo le describirí­a?

Diferente de cualquier persona que yo haya conocido en toda mi vida. Era superintel­igente y a la vez supersensi­tivo, y esa dualidad es la que hacía que mucha gente a veces le viese como un loco. La mayor parte del tiempo era la persona más agradable que uno se podía encontrar, muy educado, pero si a veces bebía demasiado se convertía en un estúpido total, era una especie Dr. Jeckyll y Mr. Hyde. Cuando tomaba marihuana y LSD se encontraba genial, era encantador, pero los problemas comenzaron cuando empezó a tomar licor. Él había bebido mucho cuando estaba en el instituto, pero luego lo dejó cuando se le cruzó el LSD.

¿El éxito de la banda pudo ser una de las causas de esa caída hacia el abismo? Sí, es muy posible. Tenía esas canciones en su cabeza, la música. Nunca olvidaré esa imagen de él sentado encima del tejado, fumando el porro y escuchando las canciones dentro de su cabeza. Era un genio, sin ninguna duda.

¿Tuvieron un comienzo difícil como grupo?

Nosotros estábamos confiados porque sabíamos, éramos consciente­s de que teníamos grandes canciones, y cuando comenzamos a trabajar en clubs sabíamos que Jim tenía un poder imparable, tenía un

look arrasador. Tan arrasador que cuando comenzó a hacer tonterías casi acaba con nuestra carrera, que estaba comenzando. En una de las sesiones de grabación del disco, el día después de grabar The end, estaba tan puesto de LSD que cuando cerraron el estudio volvió más tarde por la noche y vació los extintores encima del equipo de grabación. Era incontrola­ble.

Lo que se hacía en aquellos años sigue interesand­o ahora, ¿por qué? Sobre todo por la calidad de la música. Era muy buena y sigue funcionand­o hoy en día, y se lo digo con conocimien­to de causa porque la toco en directo. Y la gente la adora. Personalme­nte, pienso que la música que se hace ahora no es tan buena como la de entonces. Suena todo lo mismo, nadie aporta realmente nada innovador. Comparativ­amente, el disco que hicimos hace cincuenta años tenía una infinidad de cosas musicales diferentes, como las que se podían oír en Whisky bar, The crystal ship, Light my fire

o The end. Hoy en día todo se redu-

ce Cuandoa una canción,mira haciay después, atrás a ¿sienteotra. La algún verdad tipoes quede nostalgia?no, en gran parte porque sigo tocando las canciones de aquellos años.

Cuando usted y John Densmore asistieron en enero a la ceremonia ofrecida por el Ayuntamien­to de Los Ángeles para instituir el día de los Doors... ...fue muy emocionant­e. Era de noche y llovía y se creó una atmósfera única. Recuerdo que tocamos L.A.

Woman a pelo.

¿Qué hace John Densmore actualment­e?

Por desgracia ya no toca apenas música porque tiene problemas de audición, aunque espero que venga a un par de conciertos con mi banda con motivo de estos cincuenta años de nuestro primer disco.

¿Qué diría Morrison si ahora viera a su actual presidente?

No tengo ni idea, no se sabía nunca lo que Jim pensaba o iba decir. Igual adoraría a Trump, pero lo dudo. Nunca pondría palabras en su boca. Pero yo pienso que la situación es de locos.

¿Cuál es su elepé favorito de la historia de los Doors?

Probableme­nte L.A. Woman.

FALTA ACTUAL DE INNOVACIÓN “El disco que hicimos hace 50 años tenía una infinidad de cosas musicales diferentes” LOS USOS DE JIM MORRISON “Cuando tomaba marihuana y LSD se encontraba genial, lo malo era si bebía licor”

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Jim Morrison, durante un concierto de los Doors en Dinamarca en 1968
 ?? JOHN M. HELLER / GETTY ?? Krieger en una actuación en 2015
JOHN M. HELLER / GETTY Krieger en una actuación en 2015

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