Ingresos sin demoras
El equipo de Comín presenta un plan para una atención urgente más diversificada
Los hospitales tendrán que comprometerse este año a reducir el número de pacientes que pasan más de 24 horas en sus urgencias.
Las nuevas fórmulas pretenden atender mejor a los mayores frágiles, los que más sufren en los pasillos
Los hospitales tendrán que comprometerse este año a reducir el número de pacientes que pasan más de 24 horas en sus urgencias. Un 10% en el 2017. Y en cuatro años, el objetivo es que el 100% de los atendidos no sobrepasen esos plazos. Es difícil saber cuántos pacientes pasan de ese periodo máximo deseado en el conjunto de Catalunya, pero ocurre con el 50% de los que acuden a Vall d’Hebron y el 28% de los del Clínic o Sant Pau.
Este es uno de los propósitos más concretos de la reforma del sistema de urgencias –Pla Nacional d’Urgències de Catalunya– que pretende, a través de una larga lista de objetivos, medidas y recomendaciones, cambiar el panorama actual. Las urgencias hoy son sobre todo las de los hospitales y ellas constituyen el principal tapón asistencial y una de las mayores fuentes de malestar entre los ciudadanos y los profesionales. Por eso el plan intenta tocar muchas teclas del sistema sanitario y diversificar las soluciones.
Frente al uso del hospital para todo, se propone crear cinco nuevos centros de urgencias de asistencia primaria (CUAP) que son los que resuelven los problemas menos graves; promover más atención en el domicilio, potenciando que quienes vayan a ver al paciente sean capaces de resolver más problemas, incluso la medicación; más apartados en las propias urgencias para pacientes especiales, como los oncológicos, donde atender su particular complejidad y estados de ánimo sin someterles a la presión de unas urgencias generales; cuatro nuevos equipos de día de atención integral a pacientes frágiles (ESIC), formados por equipos mixtos de hospital y asistencia primaria que intenten evitar el paso por el circuito general cada vez a personas que se descompensan por múltiples problemas simultáneos. Son los pacientes mayores y más frágiles los que más han aumentado y los que más sufren la estancia en el box o en el pasillo de urgencias y la mayoría de medidas están pensadas para ellos.
“La demanda social ha cambiado porque hay un gran cambio demográfico, socioeconómico y cultural y nuestro reto es adaptar la asistencia a ese cambio. Las urgencias son un espejo dramático, intenso de este problema”, dijo el conseller Antoni Comín en la presentación del plan.
El documento no cuenta con una memoria económica que explique cómo hacer realidad las propuestas. Las medidas más concretas sí están incluidas, asegura el director del CatSalut, David Elvira, en los presupuestos: en el de la asistencia primaria (los nuevos CUAP saldrán de esa partida, quizá también el aumento de personal necesario para atender más domicilios); o en el de inversiones de hospitales (10 millones en Vall d’Hebron, 4 en el Parc Taulí, 20 en el Mar, por ejemplo). “Pero una gran parte de los cambios son de organización”, resumió la responsable del plan, Cristina Nadal.