Unicef ignoró a niños violados por cascos azules en RCA, según una oenegé
“Marta tenía 14 años cuando un casco azul abusó sexualmente de ella. Ahora tiene un bebé y es seropositiva. Al principio, Unicef dijo que se aseguraría de que el soldado fuera encarcelado y que se harían cargo de la madre y del pequeño. Pero... nada. Nadie vino. Ellos sólo le dieron un “regalo”. El “regalo” era un bolsa de arroz, algo de leche y azúcar y el equivalente a 20 dólares. Y Unicef no volvió a aparecer”. Este es uno de los testimonios recogidos por un equipo de la televisión pública sueca SVT, y que la oenegé AIDS-Free World, con base en Nueva York, utilizó ayer para volver a denunciar las violaciones cometidas por integrantes de los Cuerpos de Paz en la República Centroafricana (RCA) en el 2014, tal como dejaba constancia en el informe que ya publicó en diciembre del 2015.
Ahora, utilizando la investigación realizada por SVT, esta organización arremete contra el papel de Unicef en este caso al considerar que “se ha preocupado más por proteger la reputación de la ONU que de asistir a las víctimas”. En el citado informe, de 170 páginas, firmado por Marie Deschamps, Hassan B. Jallow y Yasmin Sooka, se daba cuenta de los abusos sexuales cometidos contra niños, a cambio de comida o dinero, por parte de miembros de las fuerzas militares francesas en el país, los Sangaris, que operaban como cuerpos de paz, y de otros efectivos. AIDS-Free World lamenta una doble negligencia. Primero, tolerar o no ser capaz de impedir que estos soldados cometieran tales atrocidades. Segundo, que después no se les prestara ayuda, según la información de SVT.
Entre los tres menores citados en el comunicado difundido ayer por AIDS-Free World hay un niño del que abusaron cuando tenía ocho años y que ahora sobrevive en un orfanato. “El pequeño intentó ir a la escuela, pero está traumatizado. Unicef nunca ha venido a ver cómo está”, declara el responsable del orfelinato al equipo televisivo.
Preguntada la Agencia de la ONU para la Infancia sobre estas acusaciones, un portavoz respondió a este periódico: “Estamos haciendo todo lo que podemos para asistir a las víctimas en circunstancias extremadamente exigentes. Hemos reforzado nuestra respuesta y ahora tenemos mejores procedimientos para actuar en estos casos”. Y aseguró que se ha prestado ayuda a las víctimas de las que ha tenido constancia. El documental sueco cuestiona esta afirmación.