Detenida por estafar casi 100.000 euros a una anciana a la que cuidaba
Veinticuatro horas después de que informaran de una estafa a gran escala protagonizada por falsos revisores del gas, en la que se vieron perjudicados más de 300 ancianos, los Mossos d’Esquadra dieron a conocer ayer un nuevo caso de engaño en el que la víctima vuelve a ser una persona de avanzada edad. La policía catalana ha detenido en Barcelona a una mujer acusada de sisarle más 98.000 euros a una señora de 81 años, aquejada de alzheimer, a la que cuidaba.
La detenida es una mujer de nacionalidad argentina, de 29 años. Se la acusa de un delito de estafa. La investigación de los hechos se inició en el momento en el que los familiares de la víctima interpusieron una denuncia después de haber detectado la desaparición de una gran cantidad de dinero.
Según han explicado los Mossos, la cuidadora aprovechó que se había ganado la confianza de la víctima para encargarse de varias tareas rutinarias y así conseguir tener acceso a su libreta y tarjetas bancarias.
A partir del 2015 empezó a retirar dinero que, posteriormente, acababa traspasando a su propia cuenta bancaria. De este modo, y hasta este año, la asistenta desvió un total de 98.430 euros.
Los investigadores comprobaron mediante extractos bancarios que el modus operandi de la detenida consistía en retirar dinero en el cajero más próximo del domicilio de la víctima. Unos días después ingresaba una parte de ese dinero –a veces la totalidad– en su propia cuenta bancaria.
Los importes de los reintegros en efectivo oscilaban entre los 300 y los 600 euros y los agentes pudieron comprobar que el dinero ingresado por la detenida en su cuenta bancaria, con el concepto “salario”, guardaba una relación proporcional con el retirado de la cuenta de la víctima.
Además de todos estos reintegros, que cada vez eran más frecuentes, la detenida ordenó una transferencia de 3.000 euros desde la cuenta de la víctima, figurando ella como destinataria y con el concepto “trabajo”.
La cuidadora fue citada a dependencias policiales para declarar sobre estos hechos, pero no supo explicar cuál era el origen de todos esos ingresos, razón por la que la policía procedió a su detención. El pasado 8 de abril la mujer pasó a disposición judicial y quedó en libertad con cargos.
Este suceso, junto al fraude que se hizo público el día anterior, ha vuelto a poner de manifiesto la situación de debilidad frente a los estafadores de las decenas de miles de personas mayores que viven solas.