Desencuentros amorosos
Lo tuyo y tú
Dirección: Hong Sang-soo Intérpretes: Kim Joo-hyuck, Lee You-young, Kwon Hae-hyo Producción: Corea del Sur, 2016. 86 m. Dangsin jasingwa dangsinui geot. Comedia.
El título -ciertamente premonitoriode La mujer es el futuro del
hombre ya presagiaba en 2004, año de su estreno comercial, el camino que deseaba recorrer el guionista y director surcoreano Hong Sangsoo (Seúl, 1960), que para entonces llevaba rodados cuatro largometrajes. Cineasta totalmente al margen de la normativa fílmica habitual, sus películas suelen estar producidas con muy bajo presupuesto y las recaudaciones en taquilla tienden a ser escasas. Pero coleccionan galardones en festivales internacionales. Ha sido el caso de
Lo tuyo y tú, que en San Sebastián obtuvo la Concha de Plata al mejor director, pasando asimismo con éxito en los festivales de Toronto y Nueva York. Incansable y tenaz, en este 2017 ha realizado tres películas, una de ellas protagonizada por Isabelle Huppert, que ya actuó en su film titulado En otro país (2012).
“No salgo con chicas con las que no me casaría”, afirma el protagonista de Lo tuyo y tú, mientras que para su pareja, “los hombres son patéticos”. La convivencia entre ambos no resulta nada fácil y la crisis estalla cuando al varón le llegan rumores acerca de que su novia suele flirtear con otros chicos en sus escapadas para tomar copas. En realidad tapa sus carencias sentimentales con el excesivo consumo de alcohol, que siempre acaba por raptar su mente. El ansia por poseer es otra de las obsesiones dominantes en una película centrada en las oscuridades del ser humano y que muestra una influencia de cineastas como Woody Allen, François Truffaut o el Luis Buñuel de
Ese oscuro objeto del deseo (1977), la última obra del genial cineasta.
No es esta una película como para recomendar a los amigos que no sean cinéfilos. Porque se trata de una obra inusual, con una perfecta sinergia entre forma y contenido, pero de difícil acceso. Hong Sangsoo continúa fiel a su estilo: utilización del plano fijo y largas secuencias, siempre con el encuadre adecuado, el diálogo envolvente y la persuasiva interpretación que brindan sus intérpretes. Todo ello con un ritmo ralentizado que termina por sumergir al espectador en un insólito mar de emociones.