EE.UU. advierte a Kim Jong Un que ha agotado su paciencia
oe Pence viaja a la frontera norcoreana y amenaza con una fuerza “abrumadora” oe Pyongyang afirma que responderá a “cualquier tipo de guerra”
El vicepresidente Pence pide en la frontera norcoreana que no se ponga a prueba el poder de Estados Unidos
Estados Unidos reiteró ayer su advertencia a Corea del Norte de que no tense más la cuerda con provocaciones belicistas. Su vicepresidente, Mike Pence, señaló desde Seúl que si Washington tiene que hacer uso de la fuerza militar lo hará de forma “abrumadora y efectiva”. En la primera etapa de su gira asiática, en la que viajará también a Japón, Indonesia y Australia, instó asimismo a China a esforzarse en ayudar a resolver lo que definió como el “problema norcoreano”, que considera una amenaza para la seguridad internacional.
“Corea del Norte hará bien en no poner a prueba la determinación del presidente Donald Trump o el poder de las fuerzas armadas de EE.UU.”, dijo Pence en alusión a las recientes decisiones militares para castigar a Siria y Afganistán. El número dos de EE.UU. lanzó esta advertencia al régimen de Pyongyang en una rueda de prensa conjunta con el presidente en funciones surcoreano, Hwang Kyo Ahn, un día después de que el ejército norcoreano fracasara en el lanzamiento de un nuevo misil balístico y cuando una flota de buques estadounidenses, con el portaaviones Carl Vinson al frente, se dirige a la región.
Pence instó al régimen de Kim Jong Un a poner fin a sus provocaciones y subrayó que la “paciencia estratégica” de la que hacía gala la Administración estadounidense con Barack Obama se ha terminado. Insistió en que Washington desea lograr la desnuclearización de Corea del Norte por medios pacíficos, pero reiteró que “todas las opciones están sobre la mesa”, según la agencia surcoreana Yonhap.
La respuesta del régimen norcoreano vino de la mano de su embajador adjunto ante la ONU, Kim In Ryong, quien respondió a las amenazas acusando a Washington de convertir la península coreana en el mayor punto de conflicto del mundo y de crear “una peligrosa situación en la que una guerra termonuclear puede estallar en cualquier momento”. En rueda de prensa, el norcoreano subrayó que “si EE.UU. se atreve a optar por una acción militar”, Pyongyang “está preparado para reaccionar a cualquier tipo de guerra preferido por EE.UU.”.
El vicepresidente estadounidense hizo sus declaraciones tras visitar la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas, un lugar de especial significado para él dado que su padre luchó allí en la guerra de Corea (1950-53). Pence reiteró la voluntad de Washington de poner fin a las acciones de Pyongyang, la “amenaza más peligrosa y más urgente”. Pence denunció la repetida voluntad de Corea del Norte de incumplir sus compromisos de desnuclearización y recordó que todos los intentos de Washington por poner fin al programa nuclear norcoreano han sido respondidos con “engaños, promesas rotas y pruebas nucleares y de misiles”.
En este sentido, Mike Pence también reprochó la actitud de China, aliado tradicional del régimen de Pyongyang. Reiteró que si Pekín es incapaz de resolver la situación, lo harán EE.UU. y sus aliados asiáticos. Expresó su disgusto por las represalias económicas que el gigante asiático ha adoptado contra Corea del Sur por el despliegue del sistema antimisiles estadounidense THAAD en territorio surcoreano y emplazó a los dirigentes del gigante asiático a contribuir a solventar el problema norcoreano, que, en su opinión, es la causa de que el THAAD –que Pekín acusa de afectar a sus intereses en materia de seguridad– sea una necesidad.