La Vanguardia

Kjell Westö

Kjell Westö, escritor, que publica ‘Espejismo 38’

- XAVI AYÉN

NOVELISTA

Aunque ocultos por el alud policiaco, los escritores nórdicos más literarios también existen. El finlandés de expresión sueca Kjell Westö viaja en Espejismo 38, premio a la mejor obra nórdica del año, al agitado Helsinki de entreguerr­as.

No es habitual que un novelista finlandés llegue a nuestras librerías. Kjell Westö (Helsinki, 1961), que escribe en sueco, lo ha conseguido por segunda vez con Espejismo 38 (Nórdica), una obra que ha obtenido el gran premio de literatura del Consejo Nórdico, el mismo que ganó en su día Purga de Sofi Oksanen y que distingue el mejor libro publicado en cinco países de la zona. La acción se ambienta en Helsinki en el año previo a la Segunda Guerra Mundial. En pleno auge del nazismo, un abogado y su secretaria afrontan el día a día con incertidum­bre y organizand­o de vez en cuando una tertulia con notables de la ciudad. Ella guarda un secreto horrible que le hará revivir uno de los invitados a la casa. Westö responde a este diario por e-mail.

¿Cómo describirí­a a su protagonis­ta, el abogado Claes Thune? En el fondo es una buena persona, un hombre de principios. Pero es muy tímido, y no aguanta la violencia, que es un ingredient­e eterno en el mundo masculino. También sufre el amargo destino de los liberales en tiempos oscuros: tanto la derecha como la izquierda radical le desprecian.

¿Y Matilda Wiik, su eficiente secretaria? Tiene heridas mas profundas que Claes Thune. Fue violada cuando tenía sólo 17 años, durante la guerra civil que hubo en Finlandia entre enero y mayo de 1918. Es una mujer de mucha inteligenc­ia y carácter, y se ha creado una vida aceptable a pesar de todo lo que pasó. Tiene mucha fuerza, pero es también muy vulnerable.

¿El círculo o club de caballeros que usted describe es representa­tivo de las costumbres de la época? La tertulia del miércoles, en efecto, representa algo que se hacía y refleja también el debate político en el mundo burgués de Helsinki –y de amplias partes de Europa– durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Pero faltan contertuli­os de izquierda. No están, eran tiempos en que no fue posible que se reuniera la gente burguesa con ellos para charlar con una copa en la mano.

Usted sitúa la acción en un momento en que todo un mundo está muriendo y hay otro a punto de emerger. Pero lo muestra a través de personajes concretos y pequeños detalles... Mostrar la historia por medio de los seres anónimos y los detalles pequeños de la vida es uno de los objetivos más importante­s en cada libro que escribo. No me gusta nada la pomposidad y quiero mostrar que la gente desconocid­a tiene su valor y su dignidad. En Espejismo 38 desmonto la idea de que Europa tuvo paz entre las dos contiendas mundiales. Fue una época llena de agresiones que culminaron en la Segunda Guerra Mundial.

El lector está permanente­mente en tensión porque teme que el secreto de Matilda estalle en cualquier momento, ¿verdad? Sí, ese es un factor muy importante en la novela. Es lo que da al libro un rasgo de film noir. Esta novela necesitaba un secreto y el secreto se llama Matilda.

De algún modo, ¿es una intriga psicológic­a? Sí, es un relato muy íntimo y muy psicológic­o, ubicado en un tiempo en que dominaba la gran historia de ideologías y naciones.

La manipulaci­ón y adulteraci­ón de los resultados de una competició­n de atletismo ¿está basada en hechos reales? Si no hubiera empezado la Segunda Guerra Mundial en 1939, Helsinki, capital de Finlandia, habría sido la sede de los Juegos Olímpicos en el verano de 1940. Construimo­s un Estadio Olímpico que fue inaugurado en junio de 1938. Durante la primera competició­n de atletismo, un corredor judío ganó la carrera de 100 metros. Le colocaron en cuarto lugar. Dicen que en las gradas había invitados de honor de la Alemania nazi, pero ese detalle no ha sido probado con toda seguridad.

¿Por qué Matilda acepta citas con el capitán, el hombre que la violó pero que ya no la reconoce? A decir verdad, no lo sé a ciencia cierta. Tenemos que recordar que Matilda ha sufrido mucho psicológic­amente. Su alma está muy dividida, rota. Cuando se siente amenazada, le sobrevuela el fantasma de la locura. A lo mejor ella siente curiosidad. Quizás tiene también ganas de jugar con el peligro. O a lo mejor quiere tiempo para elucubrar sobre lo que quiere hacer con el capitán, si castigarle o no.

Un elemento importante del libro es el contraste social, la clase es uno de los temas del libro, que se ambienta a menudo en una sutil atmósfera casi victoriana. Sí, creo que tiene razón. La clase y los contrastes sociales son temas muy importante­s para mí. No he escrito ni un libro sin sumergirme en ellos.

Todo suena muy moderno. Podría estar ambientada en el presente, ¿no cree? Mi objetivo era escribir una novela ambientada en 1938, pero con rasgos de nuestro tiempo. Escribí la novela durante los años 2011-2013, con la noción de que los años treinta se parecían a los nuestros. Por desgracia, lo siento aún más fuerte hoy. La historia nunca se repite, pero a veces rima, como dijo Mark Twain.

AMARGO DESTINO “Los liberales son despreciad­os por izquierda y derecha en tiempos oscuros”

PARALELISM­OS “Escribí la novela en el 2011 creyendo que los años 30 se parecían a los nuestros; hoy es peor”

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FRANK MAY / AFP El escritor finlandés en lengua sueca Kjell Westö

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