El ‘Terminator’ ruso
Cofradías sevillanas exigen un castigo “ejemplarizante”
El androide Fedor cuenta con múltiples características, entre ellas su capacidad para disparar armas de fuego con gran precisión, según explican con orgullo sus fabricantes rusos.
Que lo sucedido no quede impune, como ocurrió en el año 2000. Que se pongan todos los medios necesarios para salvar la Madrugá ,la noche más especial en Sevilla, que va camino del desastre. Más de cien heridos, de los que diecisiete necesitaron asistencia hospitalaria, es un balance demasiado duro para una fiesta religiosa. El único borrón de la intensa Semana Santa sevillana, pero un borrón de enorme trascendencia.
La investigación policial avanza con cautela. Las fuerzas de seguridad manejan varios vídeos de los acontecimientos, pero todos ellos están tomados una vez iniciados los incidentes. Al parecer, existe uno que recoge el mismo instante en que se inicia una carrera, en la plaza del Triunfo, junto a la catedral, que es el que está siendo estudiado con mayor detalle por los agentes.
Las pesquisas se centran en conocer si los alborotadores actuaron coordinados, pero lo que se descarta absolutamente es el móvil ideológico o la intención terrorista. El senegalés detenido por gritar ¡Alá es grande! es un conocido de la Policía que tiene perturbadas sus facultades mentales y suele recorrer las calles de la ciudad entonando esa frase a gritos.
La ciudad se recupera del shock, pero las consecuencias van a ser muy importantes. Desde el año 2000, en cinco ocasiones la Madrugá se ha visto salpicada de momentos de pánico, carreras o avalanchas, pero nada comparado con lo sucedido este año. “Las medidas contra los implicados deberán ser justas pero ejemplarizantes”, demanda el alcalde, Juan Espadas.
La evolución de todos los heridos es favorable, aunque tres permanecen ingresados en centros hospitalarios, uno de ellos un hombre de 60 años con traumatismo craneoencefálico. En cuanto a los detenidos, siguen en prisión sin fianza tres individuos, al parecer delincuentes habituales de unos 45 años, que fueron capturados en el paseo de los Reyes Católicos, uno de los puntos donde se iniciaron las carreras y avalanchas. Otras cuatro personas se encuentran en libertad con cargos y el senegalés que tiene sus facultades perturbadas fue puesto en libertad tras pactar una multa de 480 euros.
Tras unos años en los que se ha demostrado la fragilidad de la celebración de la Madrugá, las seis hermandades que hacen su estación de penitencia esa noche, y que son las más importantes de la ciudad, se han convencido de la necesidad de tomar medidas extremas si es que quieren salvar la celebración. Precisamente este año se habían multiplicado las medidas de seguridad.
Medidas que pasan por el cierre total de los bares esa noche, la eliminación de veladores, calles cerradas al público para ser utilizadas como vías de evacuación, cambios de horario para que no coincidan en calles estrechas cortejos que movilizan a miles de personas, controles de identidad para acceder al centro… Todo tipo de medidas con tal de evitar que vuelva a suceder. “No vamos a estudiar, vamos a tomar medidas porque lo sucedido este año supone un antes y un después”, asegura Joaquín Sainz de la Maza, presidente del Consejo de Cofradías.
Seis hermandades piden calles de evacuación y el cierre de bares para la noche del Jueves Santo