Crece la riqueza familiar
EN consonancia con el crecimiento del conjunto de la economía ha aumentado también la riqueza financiera neta de las familias españolas. Según las cuentas del Banco de España conocidas ayer, el patrimonio financiero de las familias creció un 3% al finalizar el 2016 con respecto al año anterior, frente al 3,2% del producto interior bruto, hasta situarse en 1,3 billones de euros. Esta cifra se consolida por encima de la que existía en el año 2007, justo antes de iniciarse la gran crisis económica. Han sido necesarios diez años de trabajo y de ahorro para llegar a esta situación.
Entre los principales factores determinantes de este aumento de la riqueza familiar se encuentra la confluencia de la intensa creación de empleo registrada junto con un importante esfuerzo de ahorro que ha permitido reducir los niveles de endeudamiento. Las cuentas del Banco de España señalan, en este sentido, que la deuda de los hogares no ha dejado de reducirse desde el año 2010 hasta hoy. En el 2016, en concreto, bajó el 1,5% con respecto al ejercicio anterior. El mayor esfuerzo se hizo en la devolución de los préstamos a corto plazo, que se redujeron un 4%, frente a los de largo plazo, como las hipotecas, que se redujeron un 1,7%.
La reducción del endeudamiento de las familias se ha producido en paralelo a un aumento del consumo, en lo que supone un virtuoso equilibrio de administración de recursos. Este razonable comportamiento de las familias españolas supone un doble beneficio para la economía en su conjunto. El desapalancamiento global efectuado permite al país ganar capacidad de financiación frente al exterior, mientras que el consumo ejerce de motor de la actividad económica y de la creación de empleo.
La continuidad de este comportamiento equilibrado de las familias españolas debería mantenerse en el futuro porque es necesario seguir reduciendo el endeudamiento, que todavía se halla en niveles elevados, y seguir también con el actual ritmo de consumo para que la economía pueda crecer. Las buenas perspectivas de creación de empleo, así como de mayores aumentos salariales, pueden contribuir a ello, igual que el mejor comportamiento que registran la bolsa y las empresas, donde las familias tienen depositada buena parte de sus activos financieros, algo más de la mitad, bien en participaciones de capital, bien en fondos de pensiones, seguros y fondos de inversión. El perfil de las familias españolas, sin embargo, es bastante conservador, como refleja el hecho de que el 41% de su dinero lo tienen en efectivo o en depósitos bancarios que apenas dan rentabilidad.