La codiciada ‘Beckham femenina’
Las marcas batallan por tener a la mejor futbolista del mundo como embajadora
Dice que sólo le interesa el deporte. Que el fútbol es lo primero. Y que su carrera meteórica con 73 goles acumulados, 123 participaciones con su selección (la de Estados Unidos), el título de campeona del Mundo y el oro en los Juegos Olímpicos del 2012, además de su reciente paso a la liga europea, es lo único que la motiva. Está graduada en Economía por la Universidad de Berkeley, las revistas la quieren en portada y las marcas suspiran por tenerla como embajadora. Está claro que, aunque no sea lo que busca, cada vez tiene más asumido el apodo con el que todos la conocen. Alex Morgan es la Beckham del fútbol femenino. Un fenómeno muy rentable tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Su reciente fichaje por el Olympique de Lyon, al que llegó en enero y donde tiene una nómina de 25.000 euros mensuales, le valió una entrevista a lo estrella de Hollywood. Ni más ni menos que en el show de Jimmy Kimmel en la cadena ABC. Pero además, Morgan tampoco ha podido ni ha querido renunciar a aparecer en la portada del videojuego FIFA junto con el cinco veces Balón de Oro Leo Messi, del mismo modo que tampoco declinó en el 2015 la oferta de
Sports Illustrated para ser reclutada entre las deportistas que muestran sus encantos en bañador.
Lo dicho..., le guste o no, no se libra de la fama fuera del terreno de juego. Sobre todo desde que hace un año escaso Victoria’s Secret la encumbró como la atleta más sexy del mundo. La delantera encabezó en esa ocasión la lista titulada “What’s sexy?”, imponiendo su belleza ante Jennifer López (para ella fue el título de Por siempre sexy) y la modelo Kylie Jenner, que abanderaba la categoría de tomadora de riesgos. Una sorpresa para todos, incluida ella misma, a pesar de que es muy consciente de que gusta y mucho, y cualquier palabra (o imagen suya) es capaz de revolucionar las redes.
Porque es precisamente ahí, en las cuentas digitales, donde más y mejor gestiona su poder esta belleza americana. Ahí acumula diez millones de seguidores y suscita tanto alegrías –como la de su posado en bañador– como decepciones –como cuando anunció su compromiso con el centrocampista del Houston Dynamo, el mexicano Servando Carrasco–. La noticia de su boda en California causó una sensacional ola de lamentos en Twitter.
Fue esa plataforma precisamente la que Jean-Michel Aulas, de 67 años y desde hace 30 presidente del Olympique de Lyon, cortejó a Alex Morgan. La obsesión del rico empresario procedente del sector de la informática por la jugadora se transformó en un año intenso de acercamiento (para algunos acoso) vía Twitter que tuvo un final feliz para ambos. El magnate consiguió el fichaje de la estrella y ella dio el paso al fútbol europeo, por el que apuestan ahora las mejores futbolistas de su país.
La persecución de Aulas no pasó desapercibida para los seguidores de la delantera. Estuvo escribiendo sin cesar mensajes directos a Morgan sin obtener ningún tipo de respuesta. Comenzó con invitaciones como “las mejores jugadoras estadounidenses podrían jugar en el mejor equipo europeo: el Olympique de Lyon” y fue subiendo el tono de su impaciencia con otros como “podía jugar en el mejor equipo de Europa, en el mejor estadio” o “después de Río, camino a Lyon. Te estamos esperando”.
Lo de Aulas se convirtió en una auténtica obsesión con capítulos increíbles como el de etiquetar a Morgan en la foto de la plantilla del Lyon femenino, en el que por supuesto esta no estaba. “Es la David Beckham femenina”, admitía Aulas en sus reflexiones sin respuesta recordando que los diez millones de seguidores de Morgan superan con creces los seis millones de Lindsey Vonn y los siete de Serena Williams. Y anunciaba que Morgan puede llegar aún más allá que el propio Beckham. Como todos sus admiradores sabe que además de su formación universitaria, la futbolista es autora de un libro infantil superventas que narra la historia de una niña que sueña en convertirse en campeona de fútbol y una firme defensora de los derechos femeninos. En el 2016 llegó a demandar a su federación para denunciar la brecha salarial con los hombres. “En Estados Unidos las mujeres son mejores que los hombres en el fútbol”, argumentaba para solicitar ganar al menos como ellos.
Lo primero es el fútbol, pero la fama la precede: tiene diez millones de seguidores en las cuentas sociales El presidente del Olympique de Lyon la persiguió en Twitter durante un año hasta que consiguió ficharla