¿Embarazada o gorda?
Polémica por las pruebas “machistas y sexistas” de un concurso emitido por una cadena pública holandesa
El objetivo de luchar por la audiencia debe tener sus límites y la televisión holandesa ha dado un vergonzoso paso atrás en ese sentido. Y además, desde una cadena pública. Que unos concursantes tengan que descubrir si una mujer está embarazada o sólo gorda, o si unos pechos son naturales o están operados son algunas de las indignantes pruebas que han soliviantado a los telespectadores del
programa Neem je zwemspullen mee
(que se podría traducir por Trae tu bañador) y que ya ha provocado que se ponga en marcha una campaña de firmas para cancelar el espacio.
Aunque el programa se presentó como un espacio familiar de entretenimiento, la realidad es que algunas de las pruebas que se plantearon en su primera edición sobrepasaron la línea del buen gusto y ofendieron a buena parte de su audiencia. Que se emita, además, desde una cadena pública de televisión como es la KRO-NCRV ha encendido aún más las alarmas en un país donde siempre se ha defendido y se ha apoyado la igualdad entre los sexos.
En el programa, los concursantes tienen que adivinar características físicas de otras personas que están sumergidas en el agua, pero la polémica surge en otras fases del concurso en las que cuatro hombres juegan a adivinar, simplemente por su aspecto físico, si una mujer está embarazada, si unos pechos son reales o si una joven está soltera o casada. También se plantean otros desafíos, aunque siempre de ese tipo, como adivinar si personas asiáticas son de nacionalidad china o japonesa.
Pero no sólo las pruebas por resolver son incómodas, sino también la puesta en escena, ya que las personas juzgadas son expuestas frente a un escenario encima de una plataforma giratoria sobre la que permanecen unos minutos mientras van oyendo los comentarios de toda índole sobre la pregunta planteada sobre su persona.
El equipo responsable del programa, lejos de pedir disculpas, ha defendido en un comunicado de prensa que solamente se están riendo de los prejuicios y que su objetivo es desafiar tabúes y estereotipos de nuestra sociedad: “¿Es un criminal o un hombre de negocios? ¿Es holandés o alemán? Mediante estos puntos de partida satíricos, nos reímos de todo tipo de prejuicios”, aseguran.
Pero no se percibe así desde las redes sociales, que lamentan el grado de bajeza del programa, al que se acusa de machista, racista y xenófobo. Ni tampoco desde la plataforma Avaaz.org, que va un paso más allá y denuncia a los responsables del programa de “degradar a las mujeres a simples trozos de carne”. Desde esta plataforma se ha impulsado una campaña ciudadana de recogida de firmas para exigir que se retire el programa de la parrilla y por el momento ya han firmado más de 3.500 personas.