El supuesto cerebro del atentado de San Petersburgo: “Seguía órdenes”
El supuesto organizador del atentado terrorista contra el metro de San Petersburgo aseguró ayer ante un juez de Moscú que él “no comprendía” lo que estaba haciendo, y que simplemente “seguía instrucciones”. El acusado, Abror Azímov, es uno de los nueve detenidos por un ataque que el pasado 3 de abril provocó 15 muertos y 60 heridos.
Azímov fue arrestado el 17 de abril. Según el investigador del Comité de Instrucción de Rusia Andréi Zhigulin, Azímov es sospechoso de haber organizado el atentado y de posesión de armas. “Ha confirmado su participación en la preparación del atentado”, aseguró. En el momento de ser detenido, le requisaron una pistola Makárov y municiones.
Pero ante el juez sólo reconoció una responsabilidad parcial. “Mi participación existe, pero no fue directamente. No reconozco haber organizado el atentado. Me dieron órdenes y yo las cumplí”, aseveró Azímov. “No comprendí que participaba en una acción terrorista”.
El último atentado terrorista en Rusia lo cometió un suicida, Akbarzhon Dzhalílov. Veinte minutos antes de las tres de la tarde, hizo estallar una bomba entre las estaciones Sennaya Plóschad y Tejnologuícheski Institut del metro de la segunda ciudad del país. Después se descubrió otro artefacto explosivo sin detonar en la estación Plóschad Vosstaniya. La investigación atribuyen el ataque a yihadistas de Oriente Medio, lo que podría apuntar al Estado Islámico (EI), aunque ninguna organización ha reivindicado hasta ahora el atentado.
Como Dzhalílov, Abror Azímov procede de la ex república soviética de Kirguistán, en Asia Central, una región de mayoría musulmana y de donde han salido varios centenares de voluntarios que luchan en Siria o Irak en las filas del EI. Según fuentes de la investigación citadas por el diario Kommersant, fue localizado al examinar los contactos grabados en el teléfono móvil de Dzhalílov. Los restantes detenidos también proceden de países de Asia Central.
Según los medios locales Azímov nació en 1990 en Jalal Abad, llegó a Rusia en el 2008 y años después le concedieron la nacionalidad rusa. Desde el 2014 vivía discretamente en un pequeño pueblo de la provincia de Vladímir con su mujer y su hija, su hermano y su cuñada, además de su tío. Todos sus familiares volvieron a Kirguistán en los seis meses anteriores al atentado.
El juez ordenó que siga bajo custodia policial al manos hasta el 3 de junio, mientras prosiguen las investigaciones.