El PP ve un “abuso de derecho” y la oposición pide que Rajoy comparezca
El PSOE se cuelga la medalla gracias al abogado que le representa en el caso
La decisión de la Audiencia Nacional de llamar a declarar a Mariano Rajoy como testigo en el caso Gürtel cayó como un verdadero jarro de agua fría en el PP, que no se lo esperaba, después de las anteriores decisiones del juez instructor.
Fue recibido tan mal que ese malestar quedó reflejado en un comunicado hecho público por el PP a media tarde, en el que respeta “pero no puede compartir la decisión adoptada por la mayoría del tribunal”. Y aunque subraya que espera conocer la fundamentación de la resolución, carga contra ella, en especial contra la acusación popular que fue la única que mantuvo la solicitud de comparecencia de Rajoy.
Esta acusación es ejercida por la asociación Adade, liderada por Javier Ledesma y Mariano Benítez de Lugo, “muy conocidas por su cercanía al PSOE”. Y subraya que este partido “siempre se ha sumado a las peticiones de Adade”. El argumento del PP para discrepar de la resolución es que “contradice claramente” su propia doctrina de febrero y octubre del 2016, y hace hincapié en “el carácter absolutamente excepcional de la admisión de una prueba testifical solicitada por la acusación popular en contra del criterio de la Fiscalía”. Asimismo “pone en evidencia el error al que induce la acusación popular al hacer uso de alegaciones falsas y atribuir a Rajoy unas funciones que no correspondían a sus cargos y responsabilidades orgánicas”.
Aunque el comunicado trata de quitar importancia a que Rajoy haya sido llamado a declarar, “citado
CARMEN DEL RIEGO JUAN CARLOS MERINO “Con la de casos de corrupción que tiene el PP, no nos extraña”, señalan desde Ciudadanos
como uno más de los 300 testigos admitidos en la causa”. Por tanto, “sin que se le atribuya ningún tipo de responsabilidad en los hechos que se juzgan”. El PP destaca también que la declaración de Rajoy “es una muestra del proceso mediático que la acusación popular de Adade pretende seguir”. Y concluye que “supone una situación de abuso de derecho, por cuanto una petición con clara intencionalidad política se enmascara bajo un interés jurídico inexistente”.
Los partidos de la oposición, en cambio, celebraron la citación judicial a Rajoy. En el PSOE, para empezar, se colgaron la medalla: “Rajoy comparecerá en el juicio porque así lo ha pedido entre otros el abogado que representa al PSOE en el caso”, aseguraron fuentes del grupo socialista. “La caja B del PP es una asignatura pendiente de la democracia española y Rajoy tiene que dar explicaciones en los tribunales y también en el Congreso”, dijo Pedro Saura. En el grupo socialista resaltaron que así fue y así será: “Rajoy compareció sobre sus responsabilidades en el caso Gürtel en un pleno monográfico forzado por el PSOE en el verano del 2013. Y Rajoy comparecerá en la comisión de investigación del caso Gürtel aprobada en el Congreso porque el PSOE pedirá su comparecencia”. En plena batalla por las primarias del PSOE, además, Susana Díaz subrayó que Rajoy tenía que haber dado explicaciones al respecto “hace ya bastante tiempo”, mientras que tanto Pedro Sánchez como Patxi López exigieron que el presidente del Gobierno asuma responsabilidades políticas.
Al líder de Podemos, Pablo Iglesias, la noticia le vino de perlas en plena campaña de denuncia de “la trama” que, a su juicio, vincula intereses políticos y económicos. Su grupo parlamentario reclamará así la comparecencia del presidente del Gobierno en el pleno del Congreso para que dé explicaciones sobre la financiación del PP tras verse presuntamente inmersa en “uno de los casos de corrupción más importantes de Europa”.
Y desde Ciudadanos, socio de legislatura del PP, Inés Arrimadas avisó que si Rajoy es imputado por el caso Gürtel –aunque sólo está citado como testigo–, pedirían su dimisión en cumplimiento del pacto de investidura. A la portavoz naranja, en todo caso, no le extrañó la citación a Rajoy, “con la de casos de corrupción que tiene el PP”.