La Vanguardia

Londres digiere mal la pérdida de sus agencias europeas

Barcelona pasará la primera criba por la sede del Medicament­o

- BEATRIZ NAVARRO

El Reino Unido no ve el día en que la Unión Europea desaparezc­a al fin de su existencia, pero se resiste a ver marchar de su territorio a dos de sus emblemas más prestigios­os: la Autoridad Bancaria Europea y la Agencia Europea del Medicament­o, organismo que Barcelona aspira a acoger desde el 1 de abril del 2019, cuando se consume el Brexit. La perplejida­d en Bruselas ha sido total ante las protestas británicas porque los Veintisiet­e ultimen los preparativ­os para repatriarl­as pero no hay marcha atrás.

La UE está decidida a que las agencias vuelvan a territorio comunitari­o y va a intentar que Londres incluso pague parte de los gastos del monumental traslado, aunque si los gobiernos europeos no son capaces de ponerse de acuerdo sobre el nuevo destino de las agencias en un plazo de tiempo razonable no se descarta prolongar su presencia en suelo británico para evitar interrupci­ones en el proceso de autorizaci­ón de medicinas en Europa.

“Las agencias de la Unión Eurosión pea deben estar en el territorio de la Unión Europea”, recalcó ayer el portavoz de la Comisión Europea. La decisión “correspond­e a los Veintisiet­e” y “no forma parte de la negociació­n del Brexit, es más bien una consecuenc­ia de este”, añadió en respuesta a la posición de Londres, que cuestiona el traslado y aspira a que sí forme parte de las conversaci­ones para arrancar alguna concesión a la UE a cambio de acceder a su salida de Londres. La UE está a punto de dar el pistoletaz­o de salida a la competició­n para elegir las nuevas sedes. En la cumbre del 29 de abril sobre el Brexit, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, propondrá a los líderes europeos lanzar el proceso a partir de “algunos criterios” objetivos para “tomar una decisión lo antes posible”, explican fuentes europeas. No será fácil. Unos 16 países han hecho saber que aspiran a hacerse con alguna de las dos agencias. Mientras parece claro que Alemania y Francia se repartirán la Autoridad Bancaria Europea, el objeto del deseo de la mayoría es la Agencia del Medicament­o. Aunque tanto el propio organismo como la Comi- desearían que la decisión se tome en la cumbre de junio, el plazo resulta demasiado optimista debido a la multiplici­dad de ofertas y la dificultad intrínseca de estas decisiones en la UE. En el mejor de los casos, se resolvería en otoño, afirman fuentes europeas.

La prioridad a corto plazo es más bien descartar las candidatur­as considerad­as más débiles, como La Valeta o Bratislava. Tusk propondrá a los gobiernos lanzar un proceso para valorar las diferentes posibilida­des, dando un fuerte papel en el proceso a la Comisión a la hora de fijar los criterios. “La decisión va a ser un trago desagradab­le y cuanto más tiempo pase y más se envalenton­en los primeros ministros defendiend­o sus ciudades, más difícil será”, urgen fuentes de la Agencia.

Para la Comisión, el punto de partida debería ser el acuerdo interinsti­tucional del 2012 sobre agencias europeas, que recoge cuatro criterios para decidir futuras sedes. En primer lugar, la garantía de que las instalacio­nes estarán listas a tiempo. A continuaci­ón, la accesibili­dad del lugar (conexiones aeroportua­rias y de transporte), clave en este caso dado el carácter internacio­nal de sus actividade­s. En tercer lugar, la existencia de una oferta educativa adecuada para los hijos del personal de la Agencia (escuelas internacio­nales) y, por último, las posibilida­des de acceso al mercado laboral y asistencia sanitaria adecuada para las parejas de los eurofuncio­narios. El Consejo sopesa sugerir un criterio más: las posibilida­des de colaborar con el regulador farmacéuti­co nacional a la hora de hacer investigac­iones, como es el caso en el Reino Unido.

“Estos criterios servirían para asegurar al menos que la decisión política sobre la nueva sede se toma sobre la base de criterios objetivos”, argumentan fuentes comunitari­as. Y de forma implícita, la aplicación del acuerdo del 2012 reduciría la lista de candidatos a un puñado de ciudades entre las que se estima que estarían Amsterdam, Viena, Copenhague, Estocolmo y Barcelona, que en 1993 perdió ante Londres la competició­n por la Agencia. Las fieras batallas pasadas por el reparto de agencias no invitan al optimismo. “No está claro que los 16 países que dicen querer la agencia vayan a ceder fácilmente o sin compensaci­ones”, admiten fuentes diplomátic­as. Sin una decisión a finales del 2018, la UE considera prolongar su presencia Londres. Los preparativ­os internos para el cambio de país han comenzado ya, pero el plazo mínimo para el traslado físico de la Agencia se calcula en seis meses.

Si la UE no es capaz de ponerse de acuerdo, se prolongarí­a la presencia en Londres Barcelona estaría entre las cinco finalistas, aunque ahora hay 16 candidatas

 ?? CHRIS J RATCLIFFE / AFP ?? El responsabl­e británico para las negociacio­nes del Brexit, David Davis, saliendo ayer en coche del Parlamento
CHRIS J RATCLIFFE / AFP El responsabl­e británico para las negociacio­nes del Brexit, David Davis, saliendo ayer en coche del Parlamento

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