Un mundo excesivamente endeudado
EL Fondo Monetario Internacional (FMI), después de haber lanzado un mensaje optimista sobre las expectativas de la economía mundial, advierte nuevamente sobre los grandes riesgos que se derivan del elevado endeudamiento de los estados. Afirma que los actuales niveles de deuda pública, después de haber aumentado mucho durante la reciente gran crisis, han alcanzado máximos históricos en el mundo en tiempos de paz.
Los rescates bancarios y los gastos ocasionados por la profunda crisis económica, tanto en inversiones públicas como en gasto social, han provocado que la deuda pública delaseconomíasavanzadassehayasituadoyaenel107,6% sobre el PIB. En otro informe del FMI, hecho público hace algunos meses, se estimaba que el mundo acumula una deuda global de 152 billones de dólares. De esa cantidad, dos terceras partes corresponden al sector privado, empresas y bancos fundamentalmente, junto con familias. Otros informes, como el efectuado por el Instituto Internacional de Finanzas, elevan dicha deuda global hasta más de 217 billones de dólares, una cantidad que equivaldría al 327% del producto interior bruto de todo el mundo.
Esta enorme montaña de deuda, que ha aumentado por encima del ritmo de crecimiento de la creación de riqueza, coloca a la economía mundial en una situación de enorme fragilidad. De momento, gracias a las políticas expansivas de los bancos centrales, no hay problemas. El mundo se sigue endeudando con nuevas emisiones de deuda que se colocan sin problemas en el mercado, ya que gobiernos, empresas y familias cumplen con el pago de los intereses. Pero esta carrera hacia la disposición ilimitada de fondos está llegando a niveles muy peligrosos que no deberían incrementarse.
El aumento de los tipos de interés, que ya ha comenzado en Estados Unidos, podría empezar a crear dudas sobre la sostenibilidad de la deuda a medio plazo al incrementar el coste de esta, especialmente para los gobiernos y las empresas con mayor endeudamiento. En esta elevada dependencia del mundo de los mercados financieros podría estar el germen de una nueva crisis global. De ahí la alarma dada por el FMI.
En su informe fiscal anual hecho público ayer, el FMI advierte a los gobiernos sobre la necesidad de volver a aplicar políticas de consolidación presupuestaria que deben combinarse con medidas que favorezcan el crecimiento, con objeto de empezar a reducir los elevados niveles de endeudamiento. El título de su informe, Conseguir más con
menos, es la consigna que recomienda y que debería ser extensible también a empresas y familias. El camino contrario abre un horizonte de grandes riesgos.