Vehículos de promoción
Como se comprueba estas últimas semanas, hoy si no te promocionas con un autobús no eres nadie
Si yo tuviera dinero, invertiría en autobuses. Nada de mercado inmobiliario o de bolsa. ¡Autobuses! Tal como se comprueba estas últimas semanas, hoy si no te promocionas con un autobús no eres nadie. Primero, en el mes de febrero, fue el de Hazte Oír, con uno de color naranja, con la imagen de un niño y una niña acompañada del lema “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. Tras una gira un poco accidentada por varias ciudades de la Península, luego dio el salto a Estados Unidos. Por las imágenes publicadas se comprobaba que el autobús era otro, con una forma ligeramente diferente; considerarían demasiado caro transportar el de aquí en un barco hasta el otro lado del Atlántico... El bus era también de color naranja y el texto se había alargado un poco: “It’s Biology. Boys are boys... and always will be. Girls are girls... and always will be. You can’t change sex. Respect all”.
Ahora tenemos en circulación otro de esos vehículos. Lo ha puesto en circulación Podemos. Lo llaman el “tramabús” (por trama- y -bus). Es azul y en los laterales exhibe las imágenes de Luis Bárcenas, Miguel Blesa, Jordi Pujol, José María Aznar, Felipe González, Eduardo Inda, Juan Luis Cebrián, Esperanza Aguirre y Rodrigo Rato. Lo mejor de cada casa. Hace unos días, una mañana no pudieron hacerlo circular. Una avería, dijeron. El embrague no funcionaba. Los politólogos se apresuraron a afirmar que era la evidencia del desacuerdo que algunos podemitas (el sector encabezado por Íñigo Errejón) muestran contra ese método de promoción, porque va a rebufo de Hazte Oír. Sin embargo, una vez reparada la avería, ha vuelto a circular sin problema.
Ahora, el partido redentorista Vox anuncia un autobús parecido. Lo hizo en Twitter, con un dibujo infantiloide que deja desconcertado. O el diseñador que han fichado es un inútil o simplemente han hecho el anuncio para apuntarse al montón, sin tener claro todavía si lo harán o no. Es de color verde césped, eso sí (el bus).
Que nadie crea que es incongruente que, en una época donde las redes sociales son las reinas del mambo, ahora resulte que los buses son la mejor forma de promoción. Estos buses se crean precisamente para que sean carne de cañón, tanto para los usuarios de la red que estarán a favor como para los que se burlarán. En cualquier caso, propaganda.
Si Sabino Méndez, de Loquillo y Los Trogloditas, compusiera ahora Quiero
un camión, probablemente convertiría el primer verso (“Yo, para ser feliz, quiero un camión”) en “Yo, para ser feliz, quiero un autobús”. Le sobraría una sílaba, sí, pero con la habilidad que tenía esa gran banda no se notaría mucho. El verso tampoco cuadraría si lo convirtiera en “Yo, para ser feliz, quiero un bus”, porque entonces le faltaría una. Realmente, la poesía es un arte complicado.