La Flecha Valverde
El murciano del Movistar suma su quinta victoria y cuarta consecutiva en la clásica valona del muro de Huy
“¿La más difícil? No, igual. Siempre es difícil ganar aquí”. Alejandro Valverde, 37 años la semana próxima, es incombustible. Y en la clásica del muro de Huy, invencible. Ayer remató la Flecha Valona de forma magistral y se llevó su quinta victoria, cuarta consecutiva, en una carrera que parece hecha a su medida. Ganó por primera vez en el 2006, con once años menos. Hizo segundo en el 2007 y ahora, desde el 2014, no hay quien le tosa. Cuatro de cuatro y con la sensación de que esto no ha terminado aún. “¿El año que viene? Pues si dios quiere y no pasa nada aquí estaremos”, explicó.
El Movistar en pleno dio la talla ayer en la prueba valona. Se desgastó Marc Soler, acompañó José Joaquín Rojas, se movió Dani Moreno (ganador en 2013) y remató Valverde. En el primer paso por el muro iba todo el equipo en cabeza. En el segundo, el control lo llevaba el Quick Step, pensando en Dan Martin, al final segundo clasificado, como en el 2014. Y en el tercero y definitivo aún marchaba ligeramente escapado el campeón de Luxemburgo de ruta y contrarreloj, Bob Jungels. Pero su aventura estaba sentenciada. El ritmo marcado por el Sky (con Kwiatkowski y Henao) bastó para engullir al luxemburgués
XAVIER G. LUQUE
del Quick Step.
Era el momento de los aspirantes a dominar el muro y entre estos, el más experto: un Valverde sereno y confiado en sus posibilidades. Un primer salto del joven y atrevido David Gaudu, de la Fdj, marcó el momento de la sentencia. Valverde cambió el ritmo, lo avanzó, insistió y cuando volvió la vista atrás las estatuas de sal eran los otros. Nadie había podido aguantar su tirón, el cambio de ritmo de Flecha Valverde, que simuló lanzar una saeta al cruzar la meta y luego dio rienda suelta a su júbilo. Como si fuera un chaval que empieza y se consagra. Abrazos, besos a la cámara que estaba ofreciendo
“Siempre es difícil ganar aquí; hace falta confianza, fuerza y también un gran equipo detrás”
su imagen a medio mundo, los cinco dedos de la mano recalcando su quinta victoria... “Hemos trabajado todos desde el kilómetro cero, convencidos de que podíamos ganar. A esta carrera le tengo bien cogida la medida”, explicó el ciclista de Las Lumbreras. ¿Las claves de su nueva victoria?, le preguntan. “Confianza, fuerza... y un gran equipo detrás”. ¿Y el truco para mantenerse así a los casi 37 años? “Es la naturaleza”. Lo explicaba ayer mismo Eusebio Unzue: “Tiene una salud de hierro y creo que está tocado por la gracia. Lo mandaron a este mundo con esta suerte que se ofrece a muy pocos elegidos. Genéticamente es superior”.