Nadal arranca en Montecarlo con un triunfo fatigoso
Lo que parecía un paseo entre las nubes se convirtió en una tormenta de arena.
Lo dice el marcador. En su debut en Montecarlo, Rafael Nadal derrotó al británico Kyle Edmund por 6-0, 5-7 y 6-3. Necesitó tres mangas, 2h y 17 minutos y tres roturas en el último set para resolver el entuerto. Nadie hubiera podido prever algo así, tan apurado: se suponía que el primer set, resuelto con un rosco a favor de Nadal, anticipaba todo lo contrario.
Lo que pasa es que luego Nadal se desaceleró. Y concedió el segundo set. Y los aficionados de Montecarlo empezaron a cruzarse miradas, acaso desconcertados: ¿no es este el Nadal que ha recogido nueve títulos aquí? ¿No es este un tenista renacido en este 2017, tras un par de temporadas oscuras y fatigosas?
Edmund (22), sudafricano, el 45.º del mundo, se había apuntado ese segundo set, y entonces se le había subido a las barbas a Nadal, posiblemente el mejor tenista en tierra de la historia. Apostó por el saque-volea y durante un instante lo llevó muy bien. Fue un ventilador para Nadal, que corrió de aquí para allá persiguiendo golpazos.
Luego pasó la tormenta. Al fin y al cabo, Edmund no ha ganado aún nada, ningún título. Es alto y contundente. No un tenista de tierra. Nadal supo apaciguarlo. Afinó el resto y rompió a Edmund en tres ocasiones. Toni Nadal y Carlos Moyá, en la tribuna, pudieron respirar aliviados.
Hoy, en octavos, le espera Sasha Zverev (19 años), para muchos un futuro top ten. Zverev arrolló a Feliciano López, por 6-0 y 6-4, y manifestó lo que muchos analistas esperan: su tiempo se acerca.
Albert Ramos y Pablo Carreño afrontan compromisos complejos. El primero se enfrentará a Andy Murray, que llevaba cinco semanas fuera de juego, lesionado en un codo. Carreño tendrá que medirse con Novak Djokovic.