El Ayuntamiento parará las obras de las Glòries y rescindirá el contrato
BComú quiere que los otros grupos asuman una orden que retrasaría los trabajos un año o más
Las graves irregularidades detectadas por la auditoría técnica han llevado al gobierno municipal de Barcelona a decidir parar las obras. Pero el deseo de BComú de corresponsabilizar a los otros grupos no será, vista su reacción de ayer, de fácil cumplimiento.
LAS CONSECUENCIAS Los trabajos en la plaza podrán estar paralizados al menos un año 18 MESES DE DEMORA El informe jurídico señala que el retraso en la construcción del túnel es “irrecuperable”
La decisión parece estar clara: el equipo de gobierno de Ada Colau quiere rescindir el contrato de las obras de la plaza de las Glòries. Tras conocer el resultado del informe jurídico municipal, la mejor opción para los responsables de Urbanismo pasa por paralizar los trabajos, redactar un nuevo proyecto y volver a licitarlo. Una decisión con consecuencias, ya que comportaría detener las obras durante al menos un año, según explicó ayer la teniente de alcalde de Ecología y Urbanismo, Janet Sanz, aunque otras fuentes señalan que el calendario podría retrasarse más en el tiempo.
Conscientes de la compleja resolución que se ha de adoptar y los perjuicios que tiene para la ciudad, el equipo de gobierno quiere hacer corresponsable de esta decisión al resto de grupos de la oposición. Así se lo plantearán el próximo lunes en una comisión extraordinaria de Urbanismo en la que, sin ambages, se propone “la resolución del contrato” con las empresas constructoras. De no contar con el apoyo suficiente, será el consejo de administración de Barcelona Infraestructures Municipals (Bimsa) el que tome la decisión definitiva. La cuestión, tal y como recordó ayer Sanz, no debe pasar por el pleno.
El informe jurídico presentado ayer, y que se redactó como consecuencia de las irregularidades detectadas en una auditoria técnica, señala que las empresas constructoras han sido incapaces de cumplir el contrato. La demora de 18 meses que ocasionaron las estructuras desconocidas halladas en el subsuelo de la plaza y el hecho de tener que bajar un metro y medio más la cota del túnel bajo el nivel freático son “irrecuperables”. Esto, según explicó Sanz, es motivo de una penalización que podría alcanzar los 12 millones de euros. Si a esto se le suma el hecho de que la unión temporal de empresas (UTE) cifra el sobrecoste en un 60% –el Ayunta- miento sólo reconoce un 19,6%–, que está salpicada por el caso 3% y que la auditoría técnica la señala como principal responsable del desaguisado de las Glòries, es difícil pensar que quiera seguir ejecutando los trabajos. Sobre todo, porque las sanciones económicas serían un coste añadido que se sumaría al encarecimiento que la empresas han tenido que asumir por la complejidad de la obra.
El equipo de gobierno señala que ahora es el mejor momento para detener las obras. No se ha empezado a trabajar en mina sobre los maltrechos túneles ferroviarios de Adif y la obra “está estable”. Hace un mes, cuando se presentó la autoría técnica, el director de Bimsa, Ángel Sánchez, también advirtió que se estaba en el momento más complejo, por lo que es fácil deducir que, en estos 30 días, bajo la plaza se ha avanzado muy poco o nada a la espera de la rescisión del contrato. Desde hace días se negocia con las constructoras, que estarían aportando facturas sobre unos trabajos que no se corresponden con los recogidos en el proyecto que les fue adjudicado y que temen que, en el momento de la liquidación, no puedan cobrarlas. Janet Sanz no descartó ayer que finalmente la obra se acabe judicializando y las empresas acaben acudiendo a los tribunales.
El gobierno municipal aboga por garantizar las seguridad de los trabajos y evitar nuevos sobrecostes para defender la rescisión del contrato. Sanz no quiso aventurar si finalmente, para contentar a las entidades vecinales, se acabará licitando lo que falta del túnel junto a la segunda fase, que prevé la prolongación del paso soterrado hasta la Rambla del Poblenou.