Una Casa de les Lletres para la Barcelona más global
Barcelona abrirá en el 2019 en la vieja sede de TMB la ambiciosa Casa de les Lletres
La Casa de les Lletres de Barcelona ocupará el edificio de las antiguas oficinas de la Companyia General d’Autobusos de Barcelona (posterior TMB), edificio construido en el año 1938, según anunció ayer el teniente de alcaldía de Empresa, Cultura e Innovación, Jaume Collboni. La iniciativa forma parte del paquete de medidas tomadas para promocionar el sector del libro y el hábito de la lectura. “En realidad no nos correspondería. No nos tocaba al Ayuntamiento, le tocaría a la Generalitat, pero dado que estas medidas no acaban de llegar, hemos decidido hacerlo nosotros... el sector nos lo pedía”, detalló.
El edificio de la futura Casa de les Lletres, de propiedad municipal, cuenta con cuatro plantas y su dotación aprobada para este año es de 300.000 euros (estudios y proyectos de reforma). El total del presupuesto para este 2017, destinado a un programa global de recursos, es de 3.475.00 euros.
El nuevo equipamiento centralizará acciones del sector y será sede de la oficina Barcelona Ciutat Literària de la Unesco y del Consorci de Biblioteques de Barcelona. Dispondrá de un auditorio, café literario, espacio de exposiciones, almacén consultable para la cesión de fondos y legados de autores, una fábrica de creación literaria y una residencia para autores.
Jaume Collboni insistió en la necesidad de reivindicar espacios por rehabilitar en la ciudad. “Este edificio se ubicará aquí, en torno a Glòries, porque forma parte de nuestra apuesta para reimpulsar el 22@ como clave de iniciativas creativas”. Josep Maria Montaner, concejal del distrito de Sant Martí, cuestionado por las reuniones con la Plataforma d’Afectats per la Superilla, detalló que seguirían en búsqueda del diálogo con entidades del entorno. “Este edificio tendrá un nuevo uso –fue oficina del 22@ y antigua sede de TMB– para convertirse en uno de los centros de creación más importantes de Barcelona”.
Tras seis meses de elaboración, la medida culminará en el plenario de finales de este mes de abril. “El sector editorial es esencial para nosotros. A pesar de que hemos perdido lectores, somos líderes mundiales del sector y queremos seguir siéndolo”, manifestó Collboni.
El nombramiento de Barcelona como Ciutat de la Literatura por parte de la Unesco en el 2015 otorgó a la ciudad un estatus privilegiado en el ámbito de la creación literaria que obligaba a establecer una oficina estable para gestionar programas diversos.
Se crea de este modo un organismo jurídico llamado Ciutat Literària del Món (de hecho, actualmente, ya está en funcionamiento un grupo de trabajo) con la intención de centralizar el consenso y la gestión colectiva de programas públicos de promoción del libro en Barcelona.
“El nuevo edificio público será la ubicación estable de Barcelona Ciutat Literària del Món y otras actividades”
Este organismo aglutinará editoriales, libreros, distribuidores, editores y diversos colectivos de creadores. El objetivo es consensuar con los representantes del sector un modelo de gobierno “que garantice su plena autonomía para asegurar una independencia real de las dinámicas políticas”.
También se anunció, dentro del paquete de medidas, la creación de un Observatori Internacional del Llibre. Su objetivo será dar apoyo a la creación de un instituto de estudios del libro con in- fluencia internacional. Un ente que acabe liderando el análisis y reflexión alrededor de las cuestiones relativas al sector a escala mundial. Entre sus funciones primordiales, destaca propiciar el debate entre profesionales del sector y promover programas de investigación.
El Institut de Cultura dirigirá las acciones del sector, aunque en el documento de presentación figura la aclaración de que todas las medidas expuestas “pretenden mantener como indispensable el criterio de ecuanimidad competencial, tal como corresponde a un mapa ordenado de políticas culturales de ámbito nacional y local”.
Jaume Collboni citó, finalmente, otras dos medidas: la consolidación de la red de festivales de literatura y la permanencia de un gran foro editorial internacional anual en Barcelona. El punto de partida de esa iniciativa más ambiciosa es el Fòrum Edita Barcelona, que promueve el Gremi d’Editors de Catalunya y que celebró su primera edición en el año 2016.