Yasmina Reza
La escritora francesa pronuncia la entrevista-pregón de Sant Jordi
DRAMATURGA
La dramaturga francesa Yasmina Reza y el director del Teatre Nacional de Catalunya Xavier Albertí fueron los encargados de dar el pregón de Sant Jordi del Ayuntamiento de Barcelona en formato entrevista en el Saló de Cent.
La dramaturga de éxito francesa Yasmina Reza fue la invitada al pregón de Sant Jordi, en este caso en un formato novedoso de entrevista que sustituye al antiguo discurso con el que el Ayuntamiento de Barcelona abría el día del Libro. El entrevistador fue Xavier Albertí, director del Teatre Nacional, y su primera pregunta, a pesar de que sus palabras fueron dichas con retórica algodonosa, convirtió el Saló de Cent en lo más parecido a una sala teatral: “El éxito no es una confirmación del talento, ¿está de acuerdo?”.
La réplica de Yasmina Reza fue breve: “El éxito no es una confirmación del talento. Lo he sabido siempre. Hay muchas obras mediocres que han tenido éxito, por lo que sí, estoy de acuerdo, el éxito no es un veredicto que confirma la calidad de lo que hacemos”.
Para ensayar su papel de entrevistador, Albertí había buscado en internet qué preguntas le habían hecho otros entrevistadores. Y tras mucho indagar, descubrió que lo que define la escritura de Reza es que transmite lo que piensa o siente cualquier ciudadano común.
“Yo –respondió Reza– intento no saber demasiado qué escribo”. Tampoco sabría definir lo que es la literatura. “Yo no soy escritora, sino alguien que escribe. Y para ello me sirvo de todos los sentidos y de la intuición. ¿Por qué añadir al mundo de las personas reales personajes
“No es que los franceses se hayan vuelto xenófobos, están hartos de las mentiras políticas”
imaginarios? Es un misterio. La rosa es bonita y es inexplicable. Igual la literatura. Es bonita e inexplicable”. Así habla Yasmina Reza.
Cuando habló sobre las elecciones francesas fue más explícita: “Las elecciones del domingo muestran la muerte de las ideologías en Francia. La derecha se ha hundido por la decepción causada y las disensiones. Quedan, en los extremos, Mélenchon y Le Pen. No es que la mayoría de los franceses se hayan vuelto locos, fascistas o xenófobos de repente, sino que se han sentido abandonados por la esfera política. Están hartos de las mentiras políticas, de que las promesas que los políticos han hecho durante la campaña sean enseguida olvidan una vez han llegado al poder”.
El actor David Selvas leyó un texto de Reza: un hombre se siente ninguneado por su pareja. De noche, metidos en la cama inhóspita, implora en silencio, sin decirlo, un poco de calidez y cariño de su mujer, enfrascada, fría y lejana, en la lectura de artículos sobre el peligro de extinción de bosques y de una raza de primates. Albertí abogó porque vuelva la costumbre de leer obras de teatro. Hay prosas que ganan leídas en voz alta y obras de teatro que son mejores leídas en silencio. El teniente de alcalde Jaume Collboni pronunció un largo discurso. En algún momento citó el nombre de “Antonio Tabuchi”, pronunciado a la española, con ce hache, sin que Jorge Herralde, que reaparecía en público tras una larga recuperación, moviera un solo músculo de su cuerpo malherido.