Una victoria tenaz
El catalán levanta un 0-4 en el último set ante el número 1, Andy Murray
Pocos apostaban por Albert Ramos cuando el marcador de Montecarlo reflejaba un 0-4 en contra en el tercer set de su duelo de octavos con Andy Murray, pero el tenista barcelonés supo mantener la templanza y acabó apeando al número uno del tenis mundial.
Albert Ramos transitaba camino de un día más en la oficina, entendiendo como tal una pista de tenis en la que siempre se deja todo lo que lleva dentro. Muchas veces no le alcanza para ganar y ayer parecía que iba a ser así. Porque el catalán había provocado muchos problemas al número 1 del mundo, Andy Murray, pero estaba perdiendo por 4-0 en la tercera manga. Todo el mundo en la central de Montecarlo ya daba el partido por finiquitado pero Ramos continuó a lo suyo, metiendo todas las bolas que podía en el otro lado de la pista y al escocés le pilló una de aquellas pájaras que le bloquean de tanto en tanto. Como consecuencia se produjo la sorpresa y el tenista catalán acabó ganando por 7-5 y plantándose en los cuartos de final, donde hoy se enfrentará al croata Marin Cilic.
Ramos y Murray, que perdió siete veces su saque, nunca se habían enfrentado y Albert siempre lo recordará. Como el Roland Garros del año pasado cuando se metió entre los ocho mejores tras batir a Raonic. Pensaba entonces que podría acudir a la fiesta del 60 cumpleaños de su padre porque se veía fuera en las primeras rondas, pero no tuvo más remedio que perderse la celebración familiar. Ahora buscará seguir avanzando. “Estoy decepcionado porque tenía mucha ventaja”, declaró Murray, que no se excusó en su reciente lesión en el codo. “Físicamente estaba bien”, zanjó. Simplemente Ramos fue mejor en el tercer set y aprovechó la segunda bola de partido para ganar en 2 horas y 32 minutos.“Lo más normal hubiera sido perder el encuentro pero continúe luchando y luchando y pensando sólo en el punto siguiente. Al final gané y no sé qué decir”, explicó un eufórico Ramos.
Mucho más rápido fue el encuentro que disputó Nadal ante el joven alemán Alexander Zverev, que ayer cumplía 20 años. El balear avanzó en sólo 1 hora y 8 minutos. Nada que ver este duelo con el del miércoles. Si el británico Kyle Edmund le hizo pasar un mal rato, en esta ocasión el nueve veces campeón en Montecarlo resultó un ciclón. Le impartió una clase a una de las grandes promesas del circuito. En su anterior enfrentamiento, en el Open de Australia, Nadal tuvo que sufrir hasta el quinto set. La historia fue muy distinta sobre tierra batida y el manacorense se encontrará en cuartos con el argentino Diego Schwartzman.
El tercer español en liza, Pablo Carreño, quedó apeado. Novak Djokovic le superó en un encuentro muy disputado (2 horas 26 minutos). Con 4-4 en la tercera manga el asturiano dispuso de dos bolas
JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ