Aviso del BdE a la banca
El subgobernador Javier Alonso admite la desconfianza en el sector tras la crisis
El Banco de España ha reclamado a la banca del país que trabaje para recuperar la confianza perdida durante los años de la crisis como consecuencia de las “malas praxis” llevadas a cabo por algunas entidades.
“Debe evitarse el uso de términos que den una falsa sensación de seguridad sobre la renta o el interés”
Javier Alonso, subgobernador del Banco de España desde diciembre del año pasado tras sustituir a Fernando Restoy –imputado en el caso Bankia–, reclamó ayer a los bancos que trabajen para recuperar la confianza de los clientes, ya que es su “activo más relevante y más frágil”. En un encuentro del sector financiero celebrado en Madrid, Alonso lamentó el poso de desconfianza que ha dejado la crisis en las entidades financieras, causado por las malas praxis de muchas de ellas. Ante esta realidad, urge “recuperar y fortalecer la reputación del sector ante los inversores y clientes”.
Y esto pasa –añadió Alonso– por priorizar la sencillez y la veracidad en toda la comunicación de los bancos con los clientes. En concreto, es preciso que “los nombres y las descripciones de los productos bancarios no sean confusos respecto a sus características de rentabilidad y riesgo, ni sean utilizados como herramienta comercial engañosa”, dijo el subgobernador. Los principales escándalos acaecidos durante la crisis, como las participaciones preferentes o la salida a bolsa de Bankia, fueron un compendio de las malas prácticas denunciadas ayer por el Banco de España.
Ahora, hay que cambiar. Y rápido. Por ejemplo: “Debe evitarse el uso de términos que ofrezcan una falsa sensación de seguridad en cuanto a la percepción de una renta o un interés”, continuó el subgobernador, en una exigencia que recordó las recientes críticas de la CNMV a los bancos en la venta de fondos, productos estructurados y planes de pensiones. No es oro todo lo que reluce y las entidades deben esforzarse más, entre otras cosas –insistió Alonso–, porque “la necesidad de mejorar el lenguaje es aún más apremiante teniendo en cuenta que el diálogo entre el banco y el cliente no es un diálogo de fuerzas equilibradas”.
Junto con el lenguaje, el Banco de España está también preocupado por las prácticas de comercialización imperantes en el sector. “Se requieren mayores esfuerzos para asegurar que el cliente bancario, principal activo de la entidad, es capaz de comprender las condiciones de la operación en cuestión, como las cláusulas de los contratos o los precios de los servicios que se prestan”. Para conseguirlo, Alonso sugirió ayer que las entidades empezaran por extremar el celo en facilitar la adecuada información precontractual, “al tiempo que debe erradicarse la venta de productos a clientes cuyo perfil no es apto para comprar esos productos”.
La recuperación de la confianza es clave, pero Alonso también expresó su preocupación por la baja rentabilidad del sector, donde habló de “margen de mejora adicional” para reducir parte de la capacidad instalada y mejorar los costes. Y se refirió a la amenaza de las llamadas fintech, las compañías que operan solo por móvil o internet. Animó a los bancos a trabajar en este campo y deslizó que estas empresas pasarán a estar más reguladas.