La vida digital es clave
Un 56% de los jóvenes rechazarían un puesto de trabajo que les negara el acceso a las redes sociales, según un estudio del Iese
Los millennials más jóvenes son nativos digitales y mantienen una relación simbiótica con la tecnología. Los móviles y las redes sociales son una parte más de ellos, y la vida digital, un componente ineludible de su día a día. Así lo ponen de manifiesto todos los estudios sobre sus comportamientos. En el caso de la encuesta realizada por el Iese, el 56% de los millennials más jóvenes seguran que rechazarían un puesto de trabajo que les negara el acceso a las redes sociales, que son consideradas uno de sus rasgos identificativos principales. De hecho, los expertos consideran que a través de su inmersión digital han redefinido lo que es actuar.
Ver cómo los bancos ya han adaptado su oferta de productos financieros para captarlos como clientes da prueba de ello. La propuesta del Santander para los millennials, por ejemplo, pivota sobre una cuenta y unos servicios completamente digitales que permiten chatear con el banco, premian las compras online, facilitan los pagos con el móvil y ofrecen renting de productos tecnológicos en lugar de proporcionar coches.
Por otra parte, su dominio de las redes sociales hace de los millennials expertos en networking. Han ido tomando conciencia de la fuerza de las redes y, a veces de forma consciente y otras por mera intuición, accionan resortes para movilizarlas a su favor.
“Esta generación de jóvenes comienza a darse cuenta ahora de que pueden ser prosumidores (consumidores que participan en la creación de productos acordes con sus necesidades y que opinan sobre ellos) y que tienen poder sobre las marcas a través de las redes sociales”, de modo que lo que hasta ahora era una comunicación unidireccional de las empresas hacia las personas se convierte en interacciones bidireccionales, explica Pablo Mondragón, fundador de Antropología 2.0.
Y ya sea como prosumidores, como empleados o como ciudadanos, los millennials son exigentes (además de impacientes). No son tanto de tener ni de ostentar bienes tangibles como de compartir y de vivir experiencias. En su vida personal y también en la laboral tratan de hacer siempre lo que les gusta porque, después de ver a sus padres volcados todo el día en el trabajo, su aspiración es “vivir bien” o “mejor” que ellos y anteponen la familia y lo personal al trabajo o el éxito.
Ello no quiere decir, según los expertos, que los millennials no sean ambiciosos. Quieren cambiar y mejorar la sociedad y, aunque son tolerantes y a veces se les califica de acomodaticios, también son críticos en cuestiones como la transparencia, la sostenibilidad o el compromiso social.