Un estudio desaconseja implantar el retorno de envases al comercio
El nuevo sistema dispararía los costes y tendría mayor impacto ambiental, destaca un estudio
La implantación de un sistema de depósito y retorno de envases de un solo uso al comercio sería claramente “desfavorable económicamente” y produciría “un impacto ambiental superior al actual sistema” de recogida mediante el contenedor amarillo en la calle. A esta conclusión llega un estudio de la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). El estudio desaconseja la introducción en Catalunya de un sistema de depósito y retorno de envases, una opción que lleva años estudiando la Generalitat para ampliar la recuperación de envases (agua, refrescos y vinos con plástico y vidrio, entre otros).
La implantación de este sistema comportaría un coste adicional de 298 millones de euros y un coste para cada familia de 100 euros más al año. Esto se debería, entre otros factores, al incremento económico derivado de la nueva modalidad de recogida, cuya gestión tendría un coste 12 veces superior al actual (etiquetado, manipulación en el punto de venta, compra de máquinas de devolución, transporte, recuentos, pretratamiento de material...). La tarea sería encomendada a los comercios y obligaría a sus dueños a hipotecar un espacio físico y tiempo para devolver al cliente el depósito anticipado (aspectos que también han sido cuantificados económicamente).
El director de la cátedra y del estudio, Pere Fullana, destacó que estos extracostes tienen que ver con la enorme dispersión y atomización de establecimientos en los que se efectuarían estas tareas: 52.227 puntos de venta (10.701 comercios) y otros 41.526 establecimientos hoteleros, bares y restaurantes. El nuevo sistema, además, arrojaría peores resultados para los diversos indicadores ambientales analizados (al incrementarse el transporte).
El sistema de depósito ha sido introducido en los países escandinavos y Alemania, que tienen altas tasas de reciclado. Al ser preguntarle por el papel de Ecoembes y Ecovidrio (que han participado en la financiación del estudio y se han significado por su oposición al sistema de retorno), Fullana afirmó que el proyecto salió a iniciativa de la Cátedra, y que ha sido efectuado “bajo condiciones muy estrictas”, con garantía de transparencia y revisión independientes.