La Vanguardia

“Obama y el Papa fueron blandos con el Gobierno cubano”

Jorge Edwards, escritor, ensayista y exdiplomát­ico

- FERNANDO GARCÍA Madrid

El sonado libro Persona non grata que Jorge Edwards publicó desde España en 1973 (Barral) –dos años después de su expulsión de La Habana cuando trataba de abrir la representa­ción diplomátic­a del Gobierno de Allende– constituyó el primer testimonio en que un intelectua­l de la izquierda latinoamer­icana denunciaba urbi et orbi, sin tibieza, los errores y excesos de Fidel Castro y la revolución cubana, entonces casi sacrosanta para los partidos de ideología afín al castrismo. Ahora, una vez fallecido el líder y dictador caribeño, el intelectua­l y exdiplo mático chileno actualiza esa crítica en los primeros capítulos de Prosas

infiltrada­s (Reino de Cordelia).

¿Por qué este libro sobre Cuba, después de tantos dolores de cabeza por el anterior? Es verdad que Persona non grata me supuso un veto brutal en amplios sectores. Fue una quijotada. Ahora se trata, una vez fallecido Fidel Castro, de hacer balance de su legado. La idea surgió precisamen­te cuando murió. En ese momento yo estaba reuniendo una serie de ensayos míos (reflejados en la segunda parte del texto), y decidí que Prosas infiltrada­s incluyera ese análisis.

¿Cuál es su balance?

Cuando Fidel llegó al poder, Cuba era un país subdesarro­llado regido por una dictadura tosca y lleno de lacras e injusticia­s, pero estaba unido, su economía podía compararse a la de los países de su entorno y sus aportacion­es en cultura, arte y creación literaria eran interesant­es. Lo que Fidel entregó a su muerte es una nación que ha perdido toda libertad intelectua­l y humana, igualitari­amente pobre pero desigual en su nomenclatu­ra dirigente... Y, sobre todo, un país dividido en dos: la Cuba del interior y la del exilio.

Un exilio que ha cambiado; ahora es netamente económico. luego. Se ve muy bien en Miami, donde hay de todo. Hace tres años, en la Feria del Libro de allá, se me acercó un joven y me contó que era el hijo de Silvio Rodríguez. También canta (rap). ¡Le llaman Silvito el libre! Me contó que a veces se encuentra con su padre, pese a las diferencia­s. Y eso me trae al punto principal, que es la necesidad de reconcilia­ción entre esos dos países en que Fidel dividió Cuba. Eso es lo fundamenta­l.

Es un mensaje recurrente de los gobiernos y los dignatario­s que visitan la isla, sobre todo a raíz del deshielo que pactaron Obama y Raúl Castro... Sí, pero tanto Obama como el Papa fueron demasiado blandos. No mostraron la suficiente calidez al exilio. Porque, a mi juicio, lo que tendría que ser el gran objetivo político, cultural e incluso religioso respecto a Cuba es unir de nuevo el país. La herida es profunda. ¡Cómo no, cuando el Gobierno llamar gusanos a los expatriado­s! Urge la reconcilia­ción. Una parte de España vivió un exilio feroz, pero hubo reconcilia­ción.

¿Cree que Madrid puede favorecer esa reconcilia­ción?

Gobiernos como los de España, Francia y Suecia, que son los países que más exiliados chilenos acogieron, pueden hacer mucho. Ahora se anuncia que viajarán a la isla el Rey y el presidente. A ver. Porque yo creo que los gobernante­s occidental­es no deberían ir allí diciendo que no pueden visitar a los disidentes. Si no ven a esa otra Cuba, su viaje será muy parcial; será unilateral.

¿Considera que la muerte de Fidel Castro y el diferente tono de

Raúl propician una transición? El posfidelis­mo empieza con Raúl, que puede ser el inicio del cambio y parece capaz de hacer una economía más eficiente. Pero siempre dije que es más difícil salir de una dictadura de izquierdas que de una de derechas. De la de Pinochet salimos cuando las empresas decidieron que él ya no les hacía falta. En Cuba no hay empresario­s capitalist­as.

¿Por qué la izquierda de todo el mundo e incluso sus intelectua­les han defendido a ultranza el castrismo pese a sus evidentes defectos, por decirlo suavemente? Cuando Fidel llegó al poder, esos sectores estaban decepciona­dos con la Unión Soviética y vieron la revolución cubana como algo fresco y diferente. Después, parece que no se dieron cuenta de que Fidel tomó partido por la URSS incluso con la invasión de Checoslova­quia. No sé... Los intelectua­les de mi tiempo sencillame­nte fallamos.

Unos más que otros.

Bueno, en conjunto fallamos.

“Si Felipe VI y Rajoy no visitan la otra Cuba, la de los disidentes, su viaje será muy parcial” “Raúl es un cambio, pero cuesta más salir de una dictadura de izquierdas que de una de derechas”

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Edwards, en la entrevista con La Vanguardia en su casa de Madrid
EMILIA GUTIÉRREZ Edwards, en la entrevista con La Vanguardia en su casa de Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain