El emir de Dubái fascina con su séquito en el Raid Tordera
El gasto diario del cortejo de Mohamed bin Rashid supera los 1,5 millones
No pasa desapercibida la presencia de uno de los hombres más ricos y poderosos del planeta en la apacible población maresmense de Tordera. El espíritu competitivo que caracteriza a Mohamed bin Rashid al Maktum, jeque y emir de Dubái, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, le ha llevado hasta Catalunya para participar en un raid hípico puntuable para el campeonato de España. La presencia de los mejores caballos y jinetes del mundo ha propiciado la presencia de su alteza real. El jeque Mohamed, como le llaman sus allegados, estará en Tordera hasta esta noche, acompañando a su equipo hípico, Maidan, que compite con la cuadra Godolphin, donde hay ejemplares de pura raza valorados en 100 millones de euros. El domingo viajará al Rei- no Unido para participar en las ca- rreras de caballos de Windsor.
Si bien huye de las grandes medidas de seguridad, ya que sólo se desplaza con un séquito de unas 40 personas, además de los jinetes y los entrenadores, su presencia es muy visible, ya que su cohorte se mueve en 48 vehículos de alta gama. Por su parte, él se traslada en helicóptero desde un lujoso hotel de Barcelona, donde ha reservado 50 habitaciones para su familia, además de otras 30 en establecimientos de Santa Susanna. El lujo acompaña la comitiva, que diariamente “llega a gastar más de un millón y medio de euros”, según fuentes próximas a la organización del evento hípico. Antes de viajar a Tordera, ha visitado una de sus cuadras de cría de caballos pura raza ubicada en una pequeña población de Osona. Allí, tiene como principal entrenador al actual campeón del mundo de Raids Hípicos, el catalán Jaume Puntí.
En Tordera, la presencia del emir de Dubái, que viaja con su segunda mujer, Haya Bint al Husein, hija del rey Hussein de Jordania, y alguno de sus 21 hijos, se anuncia con cuatro grandes banderas de Dubái que preceden la entrada a la lujosa carpa que ha instalado para la ocasión una empresa italiana que trabaja en exclusiva para el jeque. “La que hemos traído tiene sólo 900 m² ya que la habitual, de 2.000 m², no cabe en el Parc Bertrana”. En una de las dos mitades en las que se divide la estancia real se ubica el avituallamiento de los jinetes e invitados, atendidos por una decena de camareros y asistentes. En otra están sus aposentos privados, con todo tipo de comodidades, que incluyen una sala de rezo orientada a la Meca.
“El jeque viene a ganar”, observa Joan Rodríguez, organizador del elitista Raid de Tordera, aunque limita las posibilidades de los caballos árabes en el circuito catalán, “ya que no están habituados al recorrido agreste” de la zona. Por ello, es muy posible que el jeque Mohamed acabe haciendo ofertas astronómicas a los propietarios de los caballos que ganen a los suyos, que podrían “superar los 200.000 euros”. La hípica y las carreras de camellos, sus grandes pasiones.
El jeque cubre su seguridad con 40 personas y se desplaza en helicóptero o en alguno de sus 48 coches